El proyecto del Gobierno de la Ciudad de México de construir un viaducto elevado sobre la Calzada Ignacio Zaragoza quedó a la deriva, luego de que la licitación fue declarada desierta debido a que la propuesta técnica del consorcio no cumplía las características requeridas, pues pretendía incluir unos kilómetros a nivel del suelo y retirar un gran número de árboles en el camellón.
“Hay diferentes criterios, había una parte a nivel de casi 4 kilómetros (km) que afectaban la operación del Metrobús, la operación de los carriles, se llevaban muchos árboles, no cumplía con lo que se había solicitado que fuera un viaducto elevado, era una cuestión mixta, donde una parte era elevada y otra a nivel”, explicó el secretario de Obras y Servicios, Jesús Esteva Medina.
Este proyecto era parte de las arterias programadas para conectar a la Ciudad de México con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Se trataba de una vía elevada que corriera sobre la Calzada Ignacio Zaragoza de aproximadamente 12.7 kilómetros, entre Viaducto Río de la Piedad a la Concordia (salida a Puebla), cruzando por las alcaldías Venustiano Carranza, Iztacalco e Iztapalapa.
De acuerdo con la evaluación técnica de la licitación pública nacional para este proyecto, la propuesta presentada por Impulsora de Desarrollo Integral, S.A. de C.V. (IDINSA), en conjunto con las empresas GAMI Ingeniería e Instalaciones, S.A. de C.V.; Mota-Engil México, S.A.P.I. de C.V.; Promotora y Desarrolladora Mexicana de Infraestructura, S.A. de C.V., y Desarrollo de Terracerías, S.A. de C.V. “DETERRA” obtuvo una calificación de 30 de 70 puntos, por lo que no fue aceptada al considerar que no es factible ni viable y se desechó.
El documento dice que la propuesta comprendía cuatro carriles de circulación con una longitud de 12.78 kilómetros, 4 km de gazas y rampas de acceso, mismos que se propusieron en 8.38 kilómetros en viaducto elevado y 4.40 km en solución a nivel.
Sin embargo, se consideró que debido a que la parte a nivel de superficie sería 35% de la longitud total, no cumplía con lo solicitado en las bases de licitación, que establecían expresamente un viaducto elevado.
“La propuesta de construir 4.40 kilómetros en superficie, de la cual no se dan argumentos constructivos, operacionales o financieros que justifiquen tal decisión, representa serios problemas para la operación del conjunto de la red vial de la zona de inserción del viaducto, afecta negativamente la operación de los servicios de transporte público existentes, dificulta la accesibilidad desde y hacia las colonias vecinas”, precisa el análisis.
Por ejemplo, menciona que en el tramo entre Rojo Gómez y Tepalcates, donde se planeaba la obra a nivel superficie, obligaba a cambiar el trazo del carril confinado del Metrobús Línea 2 y a reubicar dos estaciones y desplazar el recorrido de este medio de transporte hacia la lateral, donde el tráfico haría prácticamente imposible la construcción de un carril confinado.
Asimismo, destaca que combinar la parte elevada con la solución a nivel no permite conservar un área permeable, lo cual genería un riesgo adicional a la avenida Ignacio Zaragoza, ya que hoy día presenta severos problemas en distintos puntos a lo largo de la misma. También se tendría la pérdida de una superficie considerable de áreas verdes, espacio público y equipamiento.
Otro de los elementos es que el proyecto de sistema de control de peaje de dos carriles, que se propone, resulta insuficiente a la demanda proyectada de 94 mil 595 vehículos diarios.
El secretario de Obras y Servicios capitalino comentó que debido a que la licitación se declaró desierta en la etapa técnica el pasado 21 de septiembre, ya no se continuó con las siguientes fases, cuyo fallo estaba previsto para el 5 de octubre.