Pocas cosas han impactado la operación del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano (C5) en su historia como lo hizo la pandemia por Covid-19, refirió el coordinador general, Juan Manuel García Ortegón.
Desde modificaciones para evitar aglomeraciones entre los trabajadores al interior de las instalaciones ubicadas en la colonia Del Parque, Venustiano Carranza, a quienes distribuyeron en espacios abiertos que fueron pensados para el control de una emergencia, hasta conseguir personal extra para cubrir horarios de operación.
“Nos pasó mucho en el 911 en horarios nocturnos y domingos por la tarde, tuvimos que conseguir gente que nos envió la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), también con los médicos, teníamos 10 médicos contratados hasta antes de la pandemia, ahora tenemos a 30 médicos contratados, además de 40 que la Secretaría de Salud, a través de servicio social de médicos pasantes, nos proporcionan”, dijo García Ortegón a EL UNIVERSAL.
Con el inicio de la contingencia, el C5 tuvo que crear un área que no existía para dar seguimiento al envío de una ambulancia para pacientes contagiados, y reforzaron con personal la atención prehospitalaria para que pudieran atender los 50 envíos de ambulancias cuando los servicios estaban saturados debido al número alto de contagios.
No sólo eso, la emergencia sanitaria llevó a las autoridades del Centro de Comando a crear un programa para tratar de bajar el cupo de camas en los hospitales destinados para la atención de Covid-19, el cual nombraron Hospital en Casa, que permite acercar los servicios equivalentes a la atención en cama al interior de un nosocomio.
Los médicos que acuden al domicilio forman parte de una empresa privada con la que el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) hizo un convenio para que participaran en este programa, aseguró el funcionario.
Juan Manuel García Ortegón explicó que la intención es que las personas contagiadas y con un cuadro moderado de coronavirus sean atendidas desde casa, para evitar que ocupen un lugar en un hospital Covid-19.
Para acceder al programa Hospital en Casa, los pacientes deben llamar al 911, hacer el registro para saber las condiciones de la persona e identificar si no es necesario el traslado a un hospital, es decir, la sintomatología por Covid-19 debe ser leve para que los médicos sepan que no corre un riesgo.
“Un médico calificado hace un tamizaje para identificar si está en los parámetros que permiten atención a domicilio y no que sea necesario el traslado a un hospital”, dijo.
Una vez que el personal de salud acude al domicilio, hace un examen a través de equipo portátil para determinar cuál es proceso médico que necesita el paciente; luego les dejan un kit para que la persona enferma pueda medir sus signos y que estas mediciones puedan quedar registradas en las videollamadas que los especialistas de la salud realizan constantemente, similar a una atención hospitalaria.
“Si es necesario el apoyo de una enfermera, de canalizar y hasta que el médico determine que ya no es necesario o el cuadro amerite traslado a hospital”.
María del Rosario, de oficio estilista y quien vive en Iztapalapa, se recuperó con la atención del programa Hospital en Casa.
“La atención fue muy buena, vino el doctor a sacarme sangre, me dejo un concentrador, un kit para medirme la saturación, temperatura. Sólo una vez vino el médico y de ahí me dieron seguimiento con atención en la mañana y en la tarde”, explicó.
“Me sentí más segura con esta atención, con el oxígeno, me dije que ya no iba a pasarme nada”, comentó la señora, quien narró que su miedo era que no pudiera salir de esta enfermedad.
“Hay que cuidarnos, debo tener mucho cuidado para que ya no me vuelva a contagiar”, aseguró la paciente quien se encuentra ahora con tratamiento post- Covid-19.