metropoli@eluniversal.com.mx
Zinacantepec, Méx.— Enclavado en el cerro, dentro del área natural protegida del Nevado de Toluca, se encuentra una comunidad de mariposas monarca que los ejidatarios no quieren que sea un lugar público por miedo a su devastación y por ello, por ocho años la mantuvieron cerrada para que no llegara nadie a perturbarla.
El objetivo de los 27 ejidatarios, quienes son poseedores de 165 hectáreas donde se encuentra el núcleo de mariposas y que recibieron hasta un millón 600 mil pesos de instancias como la Comisión Nacional Forestal (Conafor) para programas de conservación y reforestación del bosque, también es lograr la reconversión de cultivos, porque antes se dedicaban a sembrar papa, dijo José Luis Hernández Vázquez, asesor técnico forestal del núcleo.
Ojo de Agua es una comunidad en el municipio de Zinacantepec que ahora restringe el acceso con una cerca de madera para que no puedan seguir con el ciclismo de montaña y el senderismo de manera definitiva.
“Nosotros tenemos apoyo de la Conafor para la conservación del lugar, estamos dentro del esquema de Pago por Servicios Ambientales y por muchos años reconvertimos los cultivos de papa por la reforestación con oyameles y otras especies de árboles”, explicó el representante del lugar.
Aunque notaron que este sitio fue seleccionado por la especie para su apareamiento y tras el invierno, volver a casa en Estados Unidos y Canadá en busca del algodoncillo, la planta en la que depositarán sus huevecillos, tampoco hicieron aspaviento, nadie más que ellos sabían de su presencia y no estaban dispuestos a hacerle publicidad.
Los programas con los cuales fue beneficiado el ejido desde 2015 son reconversión productiva, restauración forestal, fertilizaciones, reforestaciones, conservación y restauración de suelos, lo anterior con un monto total de un millón 60 mil 550 pesos para aterrizar todos los trabajos y tener la cobertura vegetal en buen estado.
“No se esperaba que llegara esta especie, realmente siempre se ha sabido que la mariposa monarca llega a Michoacán, es un privilegio poder contar con esta especie en nuestra zona de trabajo”, comentó.
Empero, los ejidatarios optaron por darlo a conocer a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp), donde se encuentran los especialistas de la especie, quienes podrían orientarlos para los cuidados necesarios en la zona con la finalidad de no ahuyentarlas o matarlas.
Para que la mariposa siga llegando al lugar, indicó, procuran cuidar el bosque a través de restauraciones, evitar la tala clandestina, darle mantenimiento a las zonas afectadas por el retiro de árboles y sobre todo evitar la llegada de la gente.
“Estos bosques se han tratado de mantener en su estado natural, protegerlos, mejorarlos, mediante todas las actividades que las dependencias federales nos facilitan a los ejidatarios”, añadió.
Es un bosque de oyamel en condición densa y semidensa, en una altitud de 3 mil 200 metros sobre el nivel del mar, en donde la especie encuentra las condiciones idóneas para su establecimiento, como son la temperatura, humedad, aguas superficiales, alimento y el hábitat donde se sienten resguardadas, dijo Mario Castañeda, director del área protegida de Flora y Fauna del Nevado de Toluca.
“Nos habían dicho que estaban por aquí, pero honestamente aún con los recorridos e inspecciones no dimos con ellas, hasta hace un mes”, reveló el funcionario.
Recordó que en el Nevado hay tres colonias de la especie, dos identificadas y monitoreadas con anterioridad, y la de nuevo registro apenas será estudiada.
Con este santuario, dijo, los tres de la región se encuentran en la subzona de representación establecida en el programa de manejo publicado en 2016 por la Federación, que tiene la finalidad de proteger el hábitat y el proceso de hibernación y migración de la especie.