Para gran parte de los capitalinos, la es la opción para prepararse para la cena de Año Nuevo, pero deben buscar el precio que mejor les convenga, pues en algunos casos se registran incrementos altos.

Muchos encuentran productos con precios elevados, pero “vale la pena”; otros se quejan por el kilo de manzana para las ensaladas hasta en 48 pesos.

“Está carísima la manzana”, dice una señora que habla por teléfono con un familiar.

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Pero es más caro para los que se llevan bolsas de uva, hasta en 100 pesos, para las 12 campanadas. Otros la consiguen en 65 pesos y hay quienes se encuentran con una ganga en 40 pesos.

Justo sobre el pasillo de frutas y verduras, en un local, la gente comienza a acumularse. “¿Cuántos somos, ma’?”, se preguntan familiares para pedir el número de bolsas requeridas.

María de la Luz asegura: “Lo encontré bastante accesible, en otros lados está en 90 y 110 pesos. Muchos más accesibles [precios] que en otro lugar, es una verdadera opción para las familias mexicanas poder obtener alimentos para celebrar la cena de fin de año”.

En la víspera de fin de año, la Central de Abasto es una buena opción; sin embargo, no luce atiborrada cuando hay semáforo verde por Covid-19.

Sobre los pasillos puede verse a la gente transitar de un lado a otro, cargando bolsas, buscando que les dieran kilos de a kilo.

Víctor comenta que va a preparar un pollo a la barbacoa con espagueti, para ello cuenta con mil 500 pesos para comprar todo lo que necesita.

Luego de dar varias vueltas, encuentra el precio ideal para el pollo, las especias, hojas de olor y espagueti, todo por 600 pesos, aunque, dice, le faltan más productos por adquirir.

Se da media vuelta y sigue caminando con sus dos bolsas repletas. Voltea de un lado a otro para saber qué más se va a llevar para recibir 2022, al igual que cientos de personas en busca de la mejor oferta.

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