Las indagatorias de la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ) apuntan a que cinco gatilleros a sueldo participaron en el homicidio múltiple de los hermanos Tirado y su tío José Luis, quienes ejercieron violencia extrema y se presume se desharían de los cuerpos para desviar las investigaciones.
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Fuentes cercanas a la indagatoria explicaron que los servicios periciales se ampliaron al igual que las pesquisas, y encontraron datos suficientes para determinar la posible participación de cinco personas en este crimen.
Aparentemente, únicamente querían intimidar y presionar a las víctimas a firmar unos documentos para que Blanca y su familia tuvieran los poderes para legitimar la posesión de la propiedad del inmueble.
Las investigaciones apuntan a que “se salió de control” el trabajo y torturaron y asesinaron mediante asfixias y cortes lacerantes en varias partes del cuerpo a las víctimas.
Una vez que se logró la comunicación con otro de los asesinos, de quien ya se cuenta con pistas concretas para su captura, responde que acepta la encomienda y se infiere que éste fue quien contactó al resto de los participantes en el multihomicidio de la calle Medellín 113, en la colonia Roma Norte.
De acuerdo con las investigaciones, Azuher fue captado en un video grabado con su pareja Sally Mechaella —hija de la enfermera y también detenida— en una sucursal bancaria con algunas de las tarjetas de las víctimas.
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Cae cuarto implicado
Por el caso —cuyo móvil se presume fue la disputa por la posesión del inmueble de Medellín 113—, ayer fueron vinculados a proceso Blanca Hilda, Azuher y Sally. Además, se detuvo a otro presunto responsable.
Se trata de Randy “N”, quien fue detenido en la calle Manzanillo, colonia Roma, por elementos de la Policía de Investigación (PDI) mientras vendía marihuana. A decir de las autoridades, también pernoctaba en la casa en disputa; es nieto de Blanca Hilda, la enfermera y ama de llaves quien planeó el hecho e hijo de Sally, la otra imputada.
Según los agentes allegados al caso, de las primeras indagatorias se establece que al ahora detenido le encontraron un teléfono y una identificación oficial.
Los peritajes y reconstrucción de hechos realizados por especialistas revelaron que a los tres occisos los torturaron frente a la sobreviviente, Margarita Ochoa —tía de los hermanos Tirado—, para que ella accediera a facilitarles las tarjetas bancarias y números de éstas con el objetivo de vaciar las cuentas. Los implicados realizaron actos de tortura, golpearon y taparon la boca, nariz y ojos con cinta industrial gris a los hermanos Tirado y a su tío.
Los servicios periciales de la FGJ efectuaron una amplia búsqueda de huellas dactilares en todo el inmueble, a fin de cotejarlas en el Sistema Automático de Identificación Dactilar (AFIS, por sus siglas en inglés).
