Brayan
es uno de los nazarenos que participará este día en el recorrido por la tres caídas de Cristo , en el viacrucis de Iztapalapa . Luce cansado, va a cargar una cruz de 95 kilos.
Hace un ligero calentamiento con ella entre los hombres, está descalzo pero con vendajes desde el tobillo hasta las plantas de los pies.
El sol a esta hora es fuerte, el asfalto quema, pero así realizará el recorrido por una manda. Pidió salud para su madre por una enfermedad.
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Ella tiene tiroides y con el paso del tiempo ha ido acrecentándose, es por eso que Brayan recorrerá al lado de Cristo hasta la cruz.
La Macroplaza de Iztapalapa comienza a tener color, hay puestos con veladoras, comida, los nazarenos se preparan, ya están cansados, se ve en sus rostros, piden espacio para que los visitantes no les interrumpan su penitencia.
Algunas personas respetan el uso del cubrebocas otros no. Así transitan. Así van a vivir este regreso al viacrucis.
Rodear la plaza central de la alcaldía es encontrarse con personajes, con cientos de personas con cruces de todo tipo, de distintos tamaños y pesos.
De las casas aledañas a donde está marcado el recorrido, las familias sacan sillas, alimentos, compran quesadillas, etcétera.
Solo la pandemia le interrumpió su participación en el viacrucis en Iztapalapa. Regresar a recorrer con una cruz de 70 kilos, es sobreponer la fe ante todo.
Su recorrido comenzó desde Santa Cruz Meyehualco, hasta la Macroplaza en donde esperaban a más familiares que lo acompañaran en el viacrucis.
“Nos piden que no vayamos al lado de él, que nosotros nos vayamos con calma. Aquí es el punto de reunión, aquí llegan primos, tíos. Ya es una costumbre, por eso venimos”, contó.
El piensa que la fe de cada personas ayudará a salir adelante a la sociedad por temas de pandemia.
Clemente desde los 10 años participa como nazareno, siempre lo ha hecho por fe.