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Nada le regresará a su hija, por eso pide justicia con el puño en alto. Las lágrimas de repente se le secan en el rostro a la señora Alejandra Huato, y pide que a Giovanni Rodolfo “N” le den una pena alta. Luego, avienta una rosa blanca al cielo que cae sobre el monte de tierra que cubrió el féretro.
Del dolor pasa al enojo, “basta de abrazos, hagan algo” y luego, de nueva cuenta, las lágrimas brotan de los ojos de la madre de Ivana.
Este sábado se tiene que despedir de su hija a quien le arrebataron la vida, el mismo sujeto al que desde mayo pasado le rentó una habitación en su casa, en Chimalcoyoc, en la alcaldía Tlalpan.
Pasadas las 12:00 del mediodía, el cortejo fúnebre con el cuerpo de la joven de 22 años sale con dirección al panteón de esa colonia al sur de la Ciudad, para ser despedida por sus familiares.
El espacio, muy pequeño en este camposanto, se encuentra cerca del domicilio de la víctima, y para su madre, Alejandra, es estar cerca de ella.
“¡Justicia para Ivana!”, “¡Ni una más!”, gritan los vecinos, quienes acompañan a la familia, al cortejo, y a la madre, para realizar oraciones minutos antes de que bajen el féretro. Los amigos de Ivana realizan un rosario en el lugar para que su alma pueda partir.
“No vivas para que tu presente se note, sino para que tu falta se sienta”, así es como Alejandra Huato insiste en que debe ser recordada su niña.
Ivana Huato fue hallada el domingo en el estado de Tlaxcala con diferentes lesiones en rostro y cuerpo. No fue hasta el miércoles que la señora Alejandra reconoció el cuerpo que se encontraba en esa entidad. La necropsia que elaboró la fiscalía de Tlaxcala indica que la causa de la muerte fue un golpe en la nuca.
En medio del dolor, la señora Alejandra llama a las autoridades a que ayuden a las demás madres para que hallen a sus hijas desaparecidas en este país.
Agradece a las personas que la acompañaron en la búsqueda “porque gracias a ustedes se hizo eco”. Ivana fue una bomba de amor, dice su mamá.
Luego, el féretro ingresó a la camioneta que trasladaba el cuerpo hasta el cementerio ubicado al sur de la capital.
“Ven Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor”, oraron. “Te amo Ivana”, gritó su madre antes de que sepultaran el cuerpo de su hija.
Así, poco a poco fueron colocando los arreglos florales que le llevaron, así como más rosas blancas.
Por la muerte de Ivana hay dos detenidos, Giovanni Rodolfo “N”, quien era inquilino de la familia, y Hortensia “N”, madre del presunto agresor de Ivana.
Ambos fueron detenidos por delitos contra la salud y robo; Hortensia también es acusada de encubrimiento. Ayer se logró la reclasificación del delito, por lo que Giovanni Rodolfo “N” fue vinculado a proceso por feminicidio.
Ivana, según palabras de su madre, quería ser chef. Por las buenas calificaciones que tuvo le regalaron el vehículo negro, que fue robado por el agresor.
Le gustaba la literatura, la música y las películas con temática de vampiros; tocaba el ukelele, el órgano y el violín.