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La tarde del 5 de mayo de 2018, en el número 150 de la calle Cedro, en la colonia Santa María La Ribera, hubo una explosión por acumulación de gas; uno de los pobladores del inmueble que quedó inhabitable perdió la vida y hubo varios lesionados.
Son víctimas de un siniestro, pero, a diferencia de lo que sucedió el sábado en la colonia Pensil, en Miguel Hidalgo, dicen que ninguna autoridad ha volteado a verlos.
Han pasado tres años y medio y viven en la calle.
Los que habitaban en la vecindad destruida en la colonia Pensil ya se reunieron con funcionarios del Instituto de Vivienda para acordar apoyos. Sin embargo, en Santa María La Ribera, algunas de las 20 familias desalojadas por otra explosión todavía viven bajo tablas y cartón.
