En los últimos años, las autoridades capitalinas aseguran que ha aumentado la cantidad de . Árboles, arbustos y distintas especies herbáceas se han plantado en camellones, pasos peatonales, parques rehabilitados y zonas abandonadas en un intento por encontrarles un lugar en un entorno urbano plagado de edificios e infraestructura vehicular.

De 2019 a la fecha, como parte del programa, implementado por la administración capitalina, se han plantado alrededor de 50 millones de plantas, de las cuales 36 millones han sido en suelo de conservación —principalmente ubicado en alcaldías del sur, como Tlalpan, Xochimilco y Álvaro Obregón—, explica Marina Robles García, titular de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema). Esto significa que en zonas urbanas el Gobierno local logró establecer aproximadamente 14 millones de árboles, arbustos y otras especies.

Esta revegetación que se ha hecho por toda la Ciudad (en camellones, zonas peatonales, banquetas, parques) permitió a la Ciudad de México pasar de tener un promedio de 14.5 metros cuadrados de área verde por habitante que se contabilizaban en 2017 a 19.4 metros cuadrados por persona en la actualidad, expone la funcionaria.

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Todos los días en el Bosque de San Juan de Aragón decenas de personas disfrutan de las áreas verdes para ejercitarse o pasear a sus perros. Foto: Hugo Salvador
Todos los días en el Bosque de San Juan de Aragón decenas de personas disfrutan de las áreas verdes para ejercitarse o pasear a sus perros. Foto: Hugo Salvador

“Llevamos casi 50 millones de plantas en general, con una proporción interesante, porque en el suelo de conservación establecimos que 70% de la bde estos estratos sería de árboles y 30% de otros, y en el caso de la zona urbana, de manera inversa, es decir, 30% de árboles y 70% del resto de la vegetación”, indica Marina Robles.

El motivo, explica, es porque es la parte urbana de la Ciudad donde había más carencia de árboles que durante mucho tiempo se plantaron solos, sin tomar en cuenta que necesitan acompañantes para recuperar la calidad del suelo, mantener la humedad o permitir mejores condiciones para los árboles que ya se encontraban en la zona.

Aun con estos esfuerzos, Robles señala a EL UNIVERSAL que todavía existe un “reto importante” en la materia, sobre todo en alcaldías con poco espacio para la creación de áreas verdes, tal como ocurre en Iztacalco y Cuauhtémoc, dos demarcaciones “sumamente urbanas”, por las que, además, cada día transitan miles de personas que trabajan o estudian ahí.

“Hay dos alcaldías que son sumamente urbanas, con muy poco espacio para crecer en áreas verdes: Iztacalco y Cuauhtémoc; toda la Ciudad en general, nuestra Ciudad, está llena de edificios históricos e incluso espacios con restos arqueológicos muy importantes, entonces hay que ir haciendo un trabajo cuidadoso [para la revegetación].

“La ventaja, digamos, a pesar de que haya alcaldías que tengan poco espacio para destinarlo a áreas verdes, es que no les quedan tan lejos otros espacios de área verde que pueden utilizar las personas que viven en estos lugares”.

Revegetación por alcaldías

Iztacalco, una de las alcaldías con poco espacio para la creación de áreas verdes, tiene un promedio de cinco metros cuadrados de áreas verdes por habitante, dato que se mantuvo estable desde 2019 hasta 2023, según la información que obtuvo esta casa editorial vía transparencia.

Entre enero y julio en esa demarcación se plantaron 4 mil 210 piezas de árboles y plantas, en la que se realizan reforestaciones “con árboles y plantas de diversas especies en lugares donde se requiera”.

En 2020 en esa alcaldía se plantaron más de 51 mil árboles y plantas, mientras que en 2021 se plantaron 34 mil 382 y en 2022 fueron 40 mil 663. Sin embargo, el año pasado esta cifra decayó de forma muy importante, pues únicamente se plantaron 400 piezas.

En el caso de Tlalpan, una de las demarcaciones con más zonas boscosas de la Ciudad de México —y problemas asociados a ellos, como la tala ilegal—, para la reforestación del suelo de conservación y rural se utilizan plantas endémicas de la zona, como encino, agave, palo loco, siempre viva, tepozán, pino y chapulixtle, de acuerdo con información proporcionada vía transparencia por la Dirección de Recursos Naturales y Desarrollo Rural de la alcaldía.

En esa demarcación se ha logrado plantar hasta 27 mil 515 árboles en un año, cifra que se alcanzó en el año 2022. Sin embargo, el año pasado la cifra de reforestación pasó a 5 mil 861 unidades, mientras que en lo que va de 2024 se ha realizado la reforestación y mantenimiento de 5 mil 650 especies.

Este medio solicitó vía transparencia los datos de áreas verdes con las que cuenta cada una de las 16 demarcaciones territoriales, así como cantidad de árboles y plantas que han sido colocados. Sin embargo, no todas las demarcaciones proporcionaron datos al respecto al señalar que no contaban con dicha información.

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De Paseo en el Bosque de Aragón

En el Bosque de San Juan de Aragón, ubicado en la alcaldía Gustavo A. Madero —uno de los 17 parques rehabilitados en lo que va de la actual administración—, todos los días decenas de personas disfrutan de las áreas verdes para ejercitarse o para pasear con sus perros.

Gustavo, un capitalino de 28 años, cuenta que visita el Bosque de San Juan de Aragón “bastante seguido”, al menos dos o tres veces por semana para pasear con sus dos perros y aprovecha para “oxigenar el cerebro y estar en contacto con la naturaleza”.

“Me gusta mucho venir, sobre todo en las mañanas, cuando hay poca gente y no está muy fuerte el sol, es uno de los pocos lugares con muchos árboles donde caminar, porque aunque hay camellones cerca de mi casa, siento que no es lo mismo”, narra.

Un martes por la mañana, en los alrededores del bosque se aprecia poco movimiento de visitantes, quienes hacen uso de la instalaciones, sobre todo para correr o trotar, algunos se sientan a tomar un break del caos diario o algunos jóvenes reposan en grupo en las áreas con pasto o debajo de los árboles.

Mariana, una joven estudiante que pasea por el bosque considera “muy importante” que haya más áreas verdes en la Ciudad “y que aprendamos también a cuidarlas, porque no todo es que se planten árboles, ¿no? También que aprendamos a tratarlo como se merece”.

Cuidar, mantener y mejorar las áreas verdes como ciudadanía, son cosas que se deben fortalecer en la Ciudad de México, considera Marina Robles, titular de la Secretaría de Medio Ambiente.

Al respecto, la secretaria destaca algunos consejos para cuidar de las áreas verdes, como son eliminar “la vieja creencia” de que las hojas se tienen que barrer y quitar de los jardines, ya que las hojas y flores que caen “constituyen el principal elemento que permite que el suelo se nutra y que nuestras plantas y, en general, toda la vegetación crezca sana, porque tiene un suelo nutrido”, así como la costumbre de podar las raíces de los árboles, ya que, contrario a lo que se cree, hacer esto representa un riesgo tanto para el árbol como para la población, ya que existe más probabilidad de que se desestabilice y caiga.

“Áreas verdes artificiales y a modo”, dice especialista

En la Ciudad de México, al igual que en las principales ciudades del mundo, las áreas verdes son “totalmente artificiales”, ya que primero se cambia toda la vegetación original y el suelo para la creación de infraestructura y construcciones, dejando para el final “pequeños espacios” que se transforman en áreas verdes, advierte Ivonne Olalde Omaña, bióloga del Jardín Botánico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Esto hace que las áreas verdes sean al gusto de las personas y tengan las especies que las personas eligen, sin planeación ni el mantenimiento adecuado, lo que hace que puedan estar por debajo de lo que sería óptimo.

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“Depende mucho de la moda o de quien tome las decisiones y muchas de estas son por gusto o por facilidad. Por ejemplo, cuando se pusieron los eucaliptos en la Ciudad, la idea era secar la zona, porque antes aquí era lago y se inundaba, entonces un modo de secarlo fue con la introducción de los eucaliptos y de las casuarinas que succionan mucha agua”, explica.

Otro ejemplo de esto, indica, fue la introducción de jacarandas en la colonia Hipódromo Condesa, que se convirtieron en un boom, al ser un árbol muy grande y bonito, pero que tampoco es el ideal; por ello, advierte que lo ideal al momento de crear áreas verdes en una zona urbana es hacer una planeación.

“Siempre es más fácil hacer algo de cero bien planeado que tratar de enmendar una suma de errores que ya estén hechos. Lo ideal sería que las áreas verdes se planearan, y esto incluye una adecuada selección de especies, favoreciendo a las nativas; el tamaño del espacio; tener diversidad y no hacer monocultivos, sino tener variedad de formas, colores, tamaños. Eso es importante porque favorece la llegada de los animales asociados”, concluye.

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