La Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) identificó que los fraudes en compra-venta, extorsiones, grooming o acoso infantil a través de perfiles falsos y pornografía infantil son los principales delitos que se cometen en internet y aumentaron 80% durante la pandemia.
En 32% de los casos los delincuentes operaron por Facebook, con la creación de perfiles falsos para enganchar a usuarios, ya sea para la venta de productos a bajo precio, concretar reuniones con víctimas que terminan en robo o extorsión y para el acoso a menores de edad.
En entrevista con EL UNIVERSAL, el agente Alejandro Espinoza, adscrito a esta área de la policía, explicó que todos estos delitos fueron registrados a través de las denuncias de la ciudadanía vía telefónica y correo electrónico, por lo que hay monitoreo constante en la red.
Del alza de 80%, el grooming, como se le conoce al engaño a menores con fines de pederastia, aumentó 8%.
Dijo que el protocolo “https”, que indica la seguridad de una página, ya es vulnerada por los delincuentes, quienes incluso compran un dominio para generar una falsa confianza de que no serán víctimas de delito cibernético: “Si las personas no se sienten seguras, pueden solicitar apoyo de la Policía Cibernética para acompañamiento”.
A inicios de la pandemia se habilitaron perfiles en donde se ofertaban pruebas rápidas y vacunas contra el Covid-19, pero conforme fueron pasando los meses, dejaron de operar.
El agente alertó que en época decembrina estos delitos pueden continuar al alza, por lo que pidió a la población denunciar cualquier anomalía o solicitar el acompañamiento de la policía.
Alejandro Espinoza dijo que en cuanto a ventas a través de páginas o Facebook, los sujetos habilitan perfiles en donde ofertan un producto a muy bajo precio; publican las características e interactúan con las víctimas.
Luego piden un depósito previo, aspecto que deja ver una operación fraudulenta. Usan los perfiles para acosar al comprador, en algunas ocasiones obtienen datos personales y termina en una extorsión.
Otra modalidad consiste en que a través del perfil de una joven hace creer a un vendedor que está interesada en el producto. Concretan una cita en un lugar público y finalizan la operación con la entrega de un cheque falso o sin fondos, o bien a través de una transferencia que después es rechazada.