Metrópoli

Atrás quedó el Niño Dios Covid; vuelven los atuendos tradicionales

Tras el confinamiento por la pandemia de Covid-19, cientos acuden al Callejón de Talavera para arreglar la figura

Capitalinos recorrieron el Callejón de Talavera, en el Centro Histórico, en busca de ropones para sus Niños Dios, a días del festejo de la Candelaria. Foto: Germán Espinosa
30/01/2023 |02:00Laura Arana |
Redacción El Universal
Periodista de EL UNIVERSALVer perfil

El Callejón de Talavera, en el Centro Histórico, volvió este año a lucir lleno de familias y personas que buscan la mejor oferta para vestir a su , en el marco del 2 de febrero que se conmemora el Día de la Candelaria.

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Cada vez quedan más en el recuerdo aquellos días donde había poca gente en las calles por el Covid-19. En esta ocasión, el Centro Histórico luce con alta afluencia y la mayoría de los asistentes acuden sin cubrebocas.

A diferencia del año pasado, la imagen que predomina este 2023 no es la del Niño Covid, sino la del doctor para pedir por salud y bienestar, en general, para la familia, o aquel con vestimentas glamorosas como el Ángel Gabriel, de la Sanación, de la Guarda y los ropones tejidos.

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EL UNIVERSAL recorrió Talavera, que es emblemático de la zona de la capital a donde acuden cientos de habitantes para alistar su imagen. Los precios por arreglar a los Niños Dios van desde los 80 pesos, el sencillo, con un tamaño pequeño de ocho centímetros hasta 900 pesos, de 30 centímetros, que portan ropones donde la tela de seda y brillosa es uno de los atractivos.

También hay quien antes de engalanar a su figura acude a repararla; en la mayoría de los casos los artesanos encuentran que las figuras están quebradas o los ojos se han hecho borrosos, o simplemente se han roto. El costo promedio por mejorar una pieza es de 70 hasta los 500 pesos.

Engalanar a los Niños Dios para presentarlos ante la iglesia es una cuestión de fe, pero también de tradición para quienes laboran en repararlos o en alistarlos con sus mejores galas. Es el caso de Maximino Vértiz, quien lleva 40 años en la reparación de Niños Dios, su conocimiento lo aprendió de su mamá, quien toda su vida se dedicó a este oficio.

En su local, además de él y su esposa, también trabajan sus cuatro hijos. “Para nosotros fue una fortuna aprender esto. De mi mamá lo aprendí y tengo aquí cuatro hijos que tienen su negocio. Inclusive algunos tienen una carrera y aun así restauran niños, hay licenciados y se dedican también a esto”, relató.

En promedio, reparar un Niño Dios le toma alrededor de media hora o hasta una hora, por problemas como rotura de dedos, nariz, piernas o mejorar raspaduras.

Incrementan precios

Sofía Ortiz, quien labora en la tienda Creaciones Betty, lleva 12 años trabajando en un local fijo ubicado en Talavera. Afirmó que, en este año, “tuvimos que subir bastante los precios, pero es que todo ha subido. Mucha gente se quejó por esta situación, pero no pudimos hacer otra cosa. Sí subió bastante todo”.

En promedio, puntualizó, la materia prima para elaborar las prendas de ropa, huarachitos, coronas, sillas para el Niño Dios, se elevó desde cinco hasta 15 pesos por pieza.

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