Luego de que la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada anunciara que se reforzaría la seguridad en el Centro Histórico, comenzó el despliegue de diversos operativos policiales en la zona, especialmente en las inmediaciones de la calle Motolinia donde ocurrió el atentado en contra de Diana Sánchez Barrios.
Como parte de este despliegue policial, docenas de elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana comenzaron a hacer recorridos en las calles aledañas, instalaron retenes de motociclistas para revisar sus pertenencias y papeles además de que varias patrullas realizaron rondines en caravana y a baja velocidad en incluso un dron que sobrevoló por la calle Motolinia.
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Durante un recorrido por la zona, EL UNIVERSAL encontró que aproximadamente a las 11 de la mañana, solo se encontraban 2 elementos de la policía resguardando la zona del crimen.
Además, la Farmacia París Express, donde Diana Sánchez Barrios intentó refugiarse y recibió cuatro impactos de bala, abrió sus puertas al público aproximadamente a las 3 de la tarde y comenzó a recibir clientes como si nada hubiera pasado.
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