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Este Día de Muertos turistas y capitalinos se congregan en el Centro de Coyoacán porque “no todo es festejar en panteones”.
Aquí, se visita la ofrenda instalada en el edificio de la alcaldía, en donde una voz narra hechos históricos. Esta es propicia para una selfie, un video.
Desde el
se pueden observar familias y niños disfrutando este día, aunque hay muy pocos con disfraces, el sol permite que los atuendos veraniegos en noviembre vuelvan a salir.
Las calles, bares, cafeterías y restaurantes lucen llenos, tal vez no abarrotados, pero si con un flujo constante de clientes.
Las bancas que rodean el Jardín Hidalgo se vuelve una parada para las familias, ahí terminan sus alimentos o toman un respiro para volver a caminar.
Los paseos en bici se multiplican conforme pasan las horas y un despliegue policial resguardan uno de los lugres turísticos más importantes de la CDMX.
Este Día de muertos no todos buscan ir a los panteones, sino pasear y disfrutar la mitad de semana.
Ericka vino con su pareja a dar una vuelta, a ella le gusta mucho esta época, hasta el cierre de año, por lo que busca realizar actividades diferentes.
Dijo que “es bonito ver a las familias darse una vuelta” porque después de la pandemia “todos tenemos que disfrutar más las cosas”.
Los comerciantes vende burbujas para los niños, diademas de flores, globos, cráneos de cerámica y otras artesanías.
Muchos esperan ver cómo cae la noche en la plaza principal de la alcaldía Coyoacán, para cerrar este Día de muertos.
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