El 31 de julio, Grin Scooters
dejó de rentar patines en la Ciudad de México por constantes robos de unidades.
"Sé que esta decisión limita tus opciones de movilidad. Te ofrezco una disculpa por las complicaciones que esto te pueda ocasionar.
"Pronto estaremos de regreso con más opciones de movilidad, mejor servicio y espero que con menos patines robados", expresó la compañía por medio de un comunicado en sus redes sociales, luego de recordar que es la única que cuenta con el permiso anual de operación en la Ciudad de México.
Grin contaba con mil 735 ejemplares circulando en la ciudad, de los cuales, hasta ese día un 20% fueron robados. Ahora se ofertan con las etiquetas arrancadas, los emblemas lijados y las pantallas rotas. Los precios van entre los mil 850 y los 3 mil 900 pesos.
EL UNIVERSAL conversó sobre la venta de estos monopatines con cuatro presuntos vendedores en la sección “marketplace” de Facebook, quienes dieron información sobre el proceso de desbloqueo de los artefactos de GPS para que las firmas no puedan localizarlos una vez vendidos.
Al ser cuestionado, el vendedor comentó que se rompe la pantalla del monopatín para poder desactivar el GPS y que este no pueda ser rastreado por las aplicaciones de renta, sin embargo la pantalla cuenta también con indicadores de a cuántos kilómetros por hora está circulando y el nivel de la batería, pero el sujeto comenta que "dura un día completo".
Los ofertantes sugieren a sus compradores el lugar de entrega, el cual va de estaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro o “hasta donde tú estés”.
Aunado a esto, se contactó a un usuario especializado en reparar el tipo de pantallas que vienen integradas a los scooters, mismo que identificó costos y señaló cuáles unidades no conviene adquirir por su procedencia.
En entrevista con este medio, Berania Mendoza, directora general de comunicaciones en Grin explicó la preocupación de la empresa por los usuarios que adquieren patines robados.
“Nos preocupa la venta en Facebook y en Mercado Libre por muchos factores: primero, obvio por ser robados, pero además nos preocupa la seguridad del usuario. Cada patín de Grin recibe horas de mantenimiento preventivo y correctivo. Sin ese mantenimiento y después de ser dañados para hacerlos funcionar, nada garantiza la seguridad del usuario.
“Además, no tienen garantía y muchos de los compradores de los patines robados se quedan sin poder usarlos porque no tienen como cargarlos. Los cargadores son especiales”.
Comentó que la empresa está muy conmovida con el apoyo y denuncias que han recibido por parte de los usuarios, pues muchos de ellos comenzaron a denunciar el hallazgo de unidades en domicilios particulares o en calles de colonias en las que ni siquiera había cobertura de Grin.