david.fuentes@eluniversal.com.mx
Pablo Francisco Marentes Martínez, hijo de Pablo Marentes, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y ex cónsul, fue asesinado ayer de un balazo en calles de la colonia San Miguel Chapultepec, alcaldía de Miguel Hidalgo.
Aparentemente era propietario de varios predios que se alquilaban como estacionamientos en aquella demarcación, por lo que no se descarta que el móvil del crimen esté relacionado con la extorsión de empresarios en la zona, según refieren las primeras investigaciones de la procuraduría capitalina.
De acuerdo con las primeras versiones de las autoridades, el hombre, de 53 años, caminaba sobre la acera de la calle Gobernador Antonio Diez de Bonilla cuando fue sorprendido por un sujeto que le disparó en la cabeza y la víctima no tuvo oportunidad de defenderse.
Testigos contaron a las autoridades que el atacante escapó corriendo por la avenida Jalisco, donde lo esperaba un motociclista con el que huyó a toda marcha; minutos más tarde llegaron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSP), quienes implementaron un operativo para capturarlos, pero hasta el momento no se ha dado a conocer la detención de los responsables.
Al lugar de los hechos llegaron familiares de la víctima, quienes refirieron a las autoridades que era un microempresario que administraba varios estacionamientos, pero dijeron desconocer si pagaba derecho de piso y si esa era la causa de su muerte. También descartaron el robo, pues el occiso tenía consigo todas sus pertenencias de valor.
De las entrevistas que recopiló la policía del sector Sotelo, se mencionó que el hombre tenía problemas con sus vecinos por el uso de espacios en la zona, incluso se habló de que supuestamente perdió un ojo durante una pelea que tuvo con ellos en el pasado, pero no se tuvieron más detalles al respecto.
Entre los sospechosos también fue incluido la actual pareja de su ex mujer, con quien al parecer también mantenía rencillas.
Sobre la calle donde ocurrió el homicidio fueron detectadas al menos tres cámaras de seguridad, pero se desconoce si alguna captó el momento de la ejecución.
La procuraduría local dijo que iniciará con la revisión de las cámaras para ver la ruta del escape del agresor.