Más Información
Rusia confirma el primer ataque de Ucrania con misiles de largo alcance estadounidenses; uno impactó instalación militar
EN VIVO: Guerra en Ucrania; aumenta tensión tras ataque ucraniano con misiles ATACMS, sigue el minuto a minuto
Sheinbaum pide personalmente a Biden información sobre detención de “El Mayo” Zambada; “fue receptivo”, asegura
Occidente quiere una escalada, dice canciller ruso tras primer ataque de Ucrania con misiles ATACMS en Rusia
metropoli@eluniversal.com.mx
Un custodio del Reclusorio Sur fue asesinado a balazos dentro de un taller de motocicletas que atendía en sus ratos libres, ubicado en la Colonia Sector Popular, en Iztapalapa. Las autoridades indagan si recibió amenazas previas relacionadas con su trabajo en el penal.
Sergio Castillo Hernández, de 48 años, trabajó por dos décadas en esa penitenciaría y en sus descansos atendía un taller de motos propio en la esquina de Sur 101-A y avenida Agustín Yáñez.
La noche del lunes el guardia se encontraba departiendo con cervezas y botanas en compañía de seis personas más, entre trabajadores y clientes, dentro de su taller.
Hasta ese lugar arribó un sujeto con una pistola y amagó a todos los presentes. Al estar frente a ellos les dijo que no se movieran y les advirtió que tampoco intentaran levantarse del lugar donde estaban. Sin dudarlo se acercó a Sergio para luego accionar el gatillo de un arma corta en por lo menos dos ocasiones contra él.
“Llegó apuntando a todos los que estaban dentro del taller (…) cuando ve a Sergio, le empieza a disparar, dándose a la fuga sobre Sur 101-B”, relataron los testigos a los primeros policías que atendieron la emergencia.
El vigilante recibió dos disparos a la altura del pecho y cayó de espaldas en el piso. Los testigos pidieron apoyo de una ambulancia. Sergio murió cuando recibía atención médica.
Quienes presenciaron la agresión, describieron al sicario como un hombre de aproximadamente 1.65 metros de estatura, vestido con un pantalón gris y sudadera roja. En el lugar los uniformados localizaron dos casquillos calibre .380. La PGJ indaga si el homicidio está relacionado con su labor y si había sufrido amenazas.