“No vivas para que tu presente se note, sino para que tu falta se sienta”, así fue como Alejandra Huato, madre de Ivana, quien desapareció el 20 de agosto y su cuerpo fue hallado en Tlaxcala, pidió que se recordara la memoria de su hija.
La joven de 22 años llevaba tatuada esa frase en el antebrazo, pues consideraba que la vida debía ser significativa, y ella marcó con alegría y bondad su paso.
Con expresión de dolor y llanto, la señora Alejandra bajó de una camioneta con una fotografía enmarcada de su hija, entre sus brazos.
Ivana quería ser chef. Le gustaba la literatura y la música, tocaba el ukelele, órgano y violín, lo que aprendió por videos en internet.
Por las buenas calificaciones que tuvo, su madre le regaló el vehículo negro que fue robado por su presunto agresor.
“Me mataron a mi hija muy feo, me la dejaron toda golpeada”, fueron las palabras de Alejandra Huato al arribar a la funeraria.
El cuerpo de la joven ingresó a las 16:25 horas a los Funerales Tlalpan, en la calle Fray Paseo de Gante, flanqueado por amigos y familiares.
“Aquí estoy mi hijita linda, aquí estoy mi amor, por fin estás con tu mamá, mi vida”, dijo cuando de la carroza bajaron el féretro.
Pidió a las autoridades del país que no dejen solas a la madres que aún buscan a sus hijos.
Sobre los hechos, señaló que las autoridades capitalinas tienen plenamente identificado a Giovanni Rodolfo “N” como el presunto feminicida de su hija.
“Fue el inquilino, ya es un hecho, llegó a la casa y en el garage [la mató]. Me dijeron que la recogieron a las ocho de la noche ahí donde la tiró, porque la tiró así nada más y alguien que pasó caminando la reportó, la tienen desde el mismo domingo”, comentó.
“Pero tuvo la sangre fría todavía de irse en el coche (...) se fue a recoger a su novia a Texcoco y se vino acá a la casa, los de la tienda me dijeron que todavía durmió aquí lunes y martes”, narró.
Giovanni llegó a su domicilio como inquilino el 3 de mayo, desde el principio argumentó problemas económicos por los cuales no podía pagar el depósito. Le dijo a la madre de Ivana que en 15 días le pagaría, pero no lo hizo.
Después dijo que se había muerto su hermano. Alejandra le dio oportunidad para pagar, pues ella también había perdido a su madre y le daba mucha pena. Esa fue la única plática entre la madre y el agresor.
Este sábado se espera su sepelio en uno de los panteones cerca de donde vivían en Tlalpan.