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San José. – Con un libreto que acostumbra modificar y adaptar a los matices de su puesta en escena, el estratega político español Antoni Gutiérrez-Rubí, quien colaboró en la campaña presidencial del actual mandatario de Colombia, Gustavo Petro, se sumará al equipo de comunicación de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
Fuentes del gobierno capitalino confirmaron a El UNIVERSAL el arribo del estratega al equipo de la mandataria capitalina quien es mencionada como una de las aspirantes de Morena para la presidencia en el 2024.
El librero con las reglas de juego de Gutiérrez-Rubí son claras.
Reacio a entrar en contacto con los medios de comunicación, es un experto en los mismos. Decidido a evitar exponerse, utiliza luces, cámaras y micrófonos como piezas esenciales de su trabajo.
Empeñado en posicionar a sus clientes como opciones preferidas de cualquier menú de personajes políticos, sabe cuándo atacar… o callar. Curtido en cambiantes escenarios locales, regionales y nacionales, de Argentina a Colombia o, en su natal España, de Madrid a Andalucía.
Convencido de que algunas veces hay que actuar como un judoca, que se apropia de la fuerza rival y la revierte a su favor y sin lanzar golpes, y en otras atacar como un karateca, con manos, pies, codos, antebrazos, rodillas o pies, busca leer, entender e interpretar cada instante o momento político.
De 62 años cumplidos el jueves anterior, el español se colgó en su colección de galardones un triunfo histórico. En 2022, dirigió al político colombiano Gustavo Petro en un turbio panorama electoral y logró que ganara las rondas por la presidencia de Colombia —el 29 de mayo y el 19 de junio— y un hecho sin precedentes: convertirlo en el primer presidente izquierdista en más de 212 años de vida independiente de ese país.
Con picardía de judoca, Gutiérrez-Rubí aprovechó en la segunda vuelta las energías de su rival, el centroderechista Rodolfo Hernández, mientras las encuestas anticipaban la derrota de Petro.
En un momento crucial, Hernández se negó a acatar la orden que un tribunal colombiano dio a ambos candidatos para que participaran en un debate abierto a 72 horas del inicio de las votaciones del 19 de junio.
Sin titubear, Petro acató el veredicto y Hernández lo rechazó. No hubo debate.
Al revisar su teléfono celular, Gutiérrez-Rubí se enteró de la decisión de Hernández y, según un recuento de hechos que el periódico El País, de España, publicó el 26 de junio, el español concluyó “algo premonitorio” y pensó que “acabamos de ganar”.
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Con prudencia del karateca, Gutiérrez-Rubí aconsejó a Petro abstenerse de atacar a Hernández y, pese a otras sugerencias, evitar el choque directo con su adversario.
“Su contrincante ya está en el barro y no debe meterse ahí con él”, reseñó El País.
Rutas similares siguió Gutiérrez-Rubí en sus trabajos en América y Europa Rubí desde que en 1985 inició su carrera de estratega. En 2019 fue el cerebro de la comunicación en la campaña que ese año llevó al político argentino Alberto Fernández a la presidencia de Argentina.
La ahora expresidenta y vicepresidenta argentina Cristina Fernández y el actual ministro argentino de Economía, Sergio Massa, y los españoles Juan Manuel Moreno Bonilla, del Partido Popular, y Alfredo Pérez Ruvalcaba, del Partido Socialista Obrero Español y fallecido en 2019, quedaron entre algunos de los clientes prominentes de Gutiérrez-Rubí.
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