Alrededor de 100 jóvenes de diversos colectivos salieron nuevamente a las calles a protestar y exigir que paren los presuntos abusos policiacos durante las marchas.
Los inconformes se concentraron en las inmediaciones del Ángel de la Independencia, luego de una convocatoria lanzada desde redes sociales en la que se argumentaba que pedirían justicia para Melanie, la menor de edad que el viernes pasado fue golpeada por dos elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México.
Sin embargo, los manifestantes, que acudieron con el rostro cubierto vestían de negro y se identificaron como “anárquicos”, llevaban palos, piedras, martillos, latas de pintura y desde un principio confrontaron a policías y reporteros.
En el trayecto del Ángel a la plancha del Zócalo causaron destrozos en los comercios de avenida Paseo de la Reforma e incendiaron varios paraderos del Metrobús.
En el trayecto del Ángel de la Independencia al Zócalo los jóvenes destruyeron mobiliario urbano y agredieron comercios. ADRIANA HERNÁNDEZ. EL UNIVERSAL
Luego, en la calle Madero, las agresiones continuaron, pero antes saquearon cuatro tiendas de conveniencia, dos de deportes e intentaron abrir una joyería.
De la tienda deportiva robaron playeras, tenis y otros productos, sin que alguien se los impidiera. Los empleados del lugar y comercios vecinos, a gritos solicitaban la intervención de la policía, pero en todo ese cuadrante la presencia fue nula.
“Eso que están haciendo no es una protesta, es un robo. ¿Dónde está la policía? Es increíble lo que estamos viendo, parece que el Gobierno capitalino apoya a esa gente y no a nosotros como empresarios, que pagamos impuestos.
“Aún no nos recuperamos de la pandemia, no terminamos de abrir los negocios y ahí vienen otra vez a destruir todo. ¿Eso quién nos lo va a pagar? Nadie, nosotros nos quedamos con todos los gastos. [Claudia] Sheinbaum prometió ayudarnos para recuperarnos, pero no nos ha llegado el apoyo y tampoco podemos pedir que los detengan, parece que aquí te sale mejor ser delincuente o vándalo, pues si trabajas derecho te va mal”, expuso Jacinto, propietario de una de las taquerías que durante la protesta bajó sus cortinas, pero aun así los anarquistas agredieron a dos de sus empleados.
Para evitar la confrontación, personal de Marabunta y de la Comisión de Derechos Humanos local intervino para alejar a los manifestantes de ese punto.
Siguieron su camino hasta llegar a la plancha del Zócalo, donde no realizaron ningún pronunciamiento o destrozo, pero amagaron con endurecer las protestas hasta lograr que los policías capitalinos no repriman ninguna manifestación.
“Queremos enfrentarnos a los cerdos, a esos policías que sólo reprimen, golpean, amedrentan y abusan de su autoridad. Vamos a seguir saliendo las veces que sean necesarias, les tenemos que demostrar que nosotros somos el pueblo y ellos están para servirnos”, expuso con un altavoz uno de los manifestantes, para luego dividirse en grupos, unos se dirigieron a la fiscalía capitalina, mientras que el resto de los asistentes se retiraron del lugar.
Afuera de la fiscalía los anarcos lanzaron cohetones en contra de las instalaciones de investigación, rompieron cerca de ocho ventanas del inmueble y realizaron pintas.
El Gobierno capitalino informó que hubo presencia policiaca en los alrededores, lo que impidió la confrontación y mayores saqueos a los comercios de la zona.