A mes y medio de que se retiraran las vallas metálicas de la Alameda Central, el comercio informal no cede, incluso policías llevan registros de las agrupaciones a las que pertenece cada ambulante, lo que se constató durante recorridos por la zona.
“¿Dónde se va a poner?, ¿quién es su líder?”, preguntó una uniformada de la Policía Auxiliar a los ambulantes, mientras empujaban y jalaban sus carros de supermercado en los que acostumbran llevar elotes y esquites.
Al preguntarle a la oficial cuál es el motivo de llevar el registro y si ya tienen la orden de permitir el ambulantaje en la Alameda Central, la uniformada respondió que ellos sólo tienen la instrucción de recabar información de los vendedores de la zona y hasta el momento no les han ordenado que los retiren, mientras que los vendedores dijeron desconocer por qué les piden sus datos.
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“Nos preguntan a qué líderes les pagamos cuota, para llevar un control, supongo, porque no nos dicen para qué es ese registro, pero tampoco nos han dicho que nos van a quitar, ni nada de eso”, comentó un vendedor de origen venezolano, que está en la capital en condición de migrante.
Desde que volvieron a finales de septiembre pasado, los comerciantes tienden sus puestos a diario sobre el corredor sur de la Alameda Central y la acera de avenida Juárez que está frente al parque; mientras que los domingos se extienden a la explanada del Palacio de Bellas Artes.
Sobre avenida Juárez, entre el Eje Central y la calle Azueta, se contaron 70 puestos de comerciantes informales que venden todo tipo de mercancía, que incluye desde ropa y accesorios para equipos móviles, hasta artesanías y muñecos del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Del lado de la Alameda Central, desde la calle Doctor Mora hasta el Palacio de Bellas Artes, incluyendo su explanada, se observaron los mismos 200 puestos ambulantes que se han instalado en esa zona, incluso cuando el parque público estuvo cercado con vallas, entre julio y septiembre de este año.
La vendimia persiste también en las fuentes, jardines y pasillos interiores de la Alameda Central, donde se mantienen los rondines de policías desplegados desde julio pasado, pero sin intenciones de inhibir a los comerciantes informales.
EL UNIVERSAL publicó el lunes 14 de octubre que las vallas metálicas y de popotillo que durante dos meses cercaron la Alameda Central fueron retiradas y los ambulantes regresaron a esa zona, que luce igual que antes de que fuera cercado.
En respuesta, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, dijo ese día que instruyó al secretario de Gobierno, César Cravioto, para que se haga un plan de reordenamiento de la vía pública en la Alameda Central ante el comercio ambulante que se ha instalado en este punto de la capital.