El kilogramo de tortilla y de huevo aumentó desde ayer en la Zona Metropolitana del Valle de México.
La tortilla pasó de 12 pesos a 17 pesos en algunos establecimientos, mientras que el blanquillo subió de 38 pesos a 45 pesos.
Los incrementos en esos productos de la canasta básica causaron sorpresa y enojo entre los consumidores, porque no hubo un anuncio oficial de que eso ocurriría en plena crisis provocada por el Covid-19.
Personas que acudieron a las tortillerías de Nezahualcóyotl se enteraron del incremento del producto cuando iban a pagar.
“Nunca avisan y lo tenemos que comprar porque es un producto de primera necesidad. Está de la tostada, imagínese los que estamos al día, los que no contamos con apoyo del gobierno, sin pensión, debemos salir a trabajar”, se quejó uno de los habitantes de ese municipio.
Los productores del alimento explicaron que sin previo aviso los comercializadores del maíz aumentaron la tonelada del grano, pasando de los 5 mil 250 pesos a los 6 mil 250 pesos, una situación que los llevó a incrementar el precio del kilogramo de la tortilla.
Juan Manuel Hernández, El Rey de la Tortilla, quien tiene casi 50 negocios de ese producto en municipios de la zona oriente, dijo que el kilo lo vendía a ocho pesos, pero desde ayer cuesta nueve pesos y que hoy aumentará a 10 pesos, porque subió otra vez el maíz.
En tanto, la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) de la Ciudad de México informó que el precio por kilogramo de huevo se incrementó en las últimas semanas sin justificación.
Hasta el 15 de marzo el precio por kilo era de 40 pesos al público, pero desde ayer en la Central de Abasto el costo por caja fue de entre 36 y 38 pesos el kilo, dependiendo la calidad y marca, lo que provocó que la venta al público sea de 45 pesos.
“No es el comerciante al menudeo, de los giros de verdulería, abarrotes, miscelánea, cremerías y expendios de huevo entre otros, los que generan estos incrementos.
“Hacemos un llamado a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a la Secretaría de Economía, así como a la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), para que revisen la cadena de comercialización del huevo, para establecer si el incremento es por causas naturales o por la especulación y acaparamiento”, dijo el organismo que preside Eduardo Contreras Pérez.