Zinacantepec, Méx.— Los trenes que llegaron desde 2017 a las instalaciones del se están poniendo a punto, incluso en la modernización de equipos que llegaron a la obsolescencia, para que estén listos para operar el próximo 14 de septiembre en cuatro de las siete estaciones que lo conforman.

Ingenieros de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) hacen pruebas en las que los recorridos alcanzan una velocidad de entre 70 y 80 kilómetros por hora de Zinacantepec a Lerma. El movimiento es imperceptible para el usuario.

La distancia es de 19 kilómetros y se recorre en un promedio de 20 minutos. Ingenieros informaron que el objetivo es que conozca este medio de transporte y poner en operación los trenes, para asegurar que mecánicamente estén impecables.

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Las puertas de acceso se deslizan hacia afuera, son anchas. Las unidades cuentan con espacios en la parte superior para colocar bolsas o maletas, en medio fueron instaladas pantallas que anunciarán el tiempo del recorrido y la estación a la que llegarán.

Desde hace cuatro meses que iniciaron las pruebas de los carros en algunos tramos, pero la revisión de la mecánica es permanente.

“En esta primera fase operarán cuatro trenes, tenemos planeado incorporar dos más a finales de septiembre y cuatro más en diciembre, así sucesivamente hasta llegar a los 20, por una parte porque depende del número de usuarios y por otra se van incorporando en función de las pruebas”, explicó Gabriel Zavala Aguilera, director ejecutivo de regulación económica de la SICT.

Aunque la frecuencia con que saldrán de la terminal las unidades la define el operador del sistema, se estima que los trenes saldrán cada 15 minutos.

El precio aún no está definido, pero la idea es que sea competitivo con el costo del transporte público, para atraer a la gente.

De acuerdo con Noé Adriano Vargas, residente de la obra electromecánica, los retrasos del proyecto, que se anunció en 2015 y que no ha concluido en 17 kilómetros en la Ciudad de México, llevó a que algunos sistemas tuviesen que actualizarse: “Se actualizó hasta donde se pudo”.

Sin embargo, aseguró que todo este tiempo que han estado parados los convoyes se les han brindado mantenimiento para que se mantengan en buena condición.

Monitoreo

En el recorrido que realizó EL UNIVERSAL, ingenieros destacaron que la seguridad es de las áreas más importantes, no sólo para prevenir riesgos en la vía y las unidades, sino en caso de sismo o de un incendio. Desde el Centro de Control se monitorean: los itinerarios del tren, su posición y todos los sistemas que van involucrados.

La ingeniera Elizabeth Zamora, apoyo a la residencia de obra en el área de comunicaciones, centro de control y señalización ferroviaria, comentó que es la parte más importante del tren, porque es además del cerebro, los ojos del sistema.

Desde ahí 25 personas por cada uno de los tres turnos monitorean, supervisan y telemandan todas las instalaciones del proyecto. El lugar se encuentra dividido en el Videowall, desde donde se visualiza la tira de vías en cualquier momento.

El tren cuenta con 200 cámaras para esta primera etapa de operación, denominada como Bucle 1, además en cada estación hay 40 cámaras y a lo largo del viaducto.

Hay un área más para el monitoreo de las estructuras; por ejemplo en caso de sismo, antes, durante y después, ante una eventual fractura de un riel o del sistema, desde este centro se identifica si hay necesidad de intervención, en ese momento se frena la operación y se arregla la eventualidad.

Además, ahora 26 operadores que ya trabajaron en el Tren Suburbano, el Tren Ligero o los metros de Guadalajara y Ciudad de México son reclutados y entrenados en un simulador.

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