Para evitar el contagio de Covid-19, habitantes capitalinos optaron por reunirse en espacios abiertos, ya sea con la renta de salones o celebrando en el patio de sus casas, como es el caso de Bárbara Ulloa, de 28 años, quien hoy se reunirá con su familia formada por 50 personas en un salón al aire libre.
Acompañada de su padre, la joven acudió al Mercado de Jamaica a comprar una piñata de casi dos metros de altura que tuvo un costo de 850 pesos, para quebrarla este día en la reunión familiar.
“El año pasado no pudimos reunirnos, este año sí, pero con sana distancia”.
Bárbara compartió la emoción que siente al ver la estrella de cartón envuelta en papel china de colores vistosos y llamativos, como morado y rosa. Dijo que la adquirió porque a diferencia del año pasado, este 2021 se reunirán para celebrar al Niño Jesús.
En el caso de Mayra Yáñez, de 27 años, adquirió tres piñatas de 100 pesos de color naranja por una tradición familiar de decorar en su casa, por un concepto de Feng Shui, apuntó que su cena de Navidad será en el patio de su casa, además de que ya es costumbre en su familia el uso de gel antibacterial.
Daniel Becerril compró una piñata de 850 pesos para realizar la última posada con una asistencia de 150 personas que habitan en la cuadra; sin embargo, remarcó que quebrarán la piñata en la calle y al aire libre, para evitar el contagio de coronavirus, mientras que la cena de Navidad en su casa será únicamente con su círculo familiar cercano, pues “hay que cuidarse del Covid-19”.
Aunque la venta de piñatas este año mejoró por la celebración de posadas y de la festividad de Navidad, comerciantes del Mercado de Jamaica padecieron de un alza de entre 30 y 50 pesos en los costos de materiales que utilizan para elaborarlas, además de problemas para conseguirlos, lo que se tradujo en un incremento en el precio al consumidor de hasta 20 y 40 pesos.