Migrantes instalados en un campamento en las vías del tren de la fueron tajantes: ni para atrás ni reubicados, menos a albergues; lo que buscan es seguir hacia el norte del país. Sin embargo, vecinos se sienten asfixiados, molestos y piden a las autoridades que por temas de salud sean desalojados como ocurrió en la Plaza Giordano Bruno, en la alcaldía Cuauhtémoc.

En un recorrido realizado por EL UNIVERSAL se pudo observar ambos rostros de la migración: primero las voces de aquellas personas que quieren llegar a Estados Unidos y que la capital es un paso en donde les tocó esperar.

Gisel, una mujer hondureña, aseguró que su objetivo no es quedarse en la Ciudad. Ella y su familia no pudieron continuar con su recorrido porque las no se los permitieron.

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“El cártel nos ha tratado mejor que migración”, dijo. ¿Qué cártel? Se le preguntó, a lo que respondió que no recordaba, sólo comentó que desde Tapachula, Chiapas, recibieron ayuda de “ellos”.

“Llevamos desde enero [de este año], estamos a la espera de la cita, estamos a la espera, nuestro objetivo es Estados Unidos. Aquí andamos de paso y lo vamos a tomar como una gran experiencia. Porque como hemos recibido buenas personas, también hay malas personas”, relató.

Sentada al lado de otras mujeres sobre un sillón raído cubierto por pequeñas ramas de árboles, Gisel manifestó que vecinos de la colonia Vallejo “son bien racistas, hasta con los niños”.

El otro rostro es el de los habitantes de esta zona de la alcaldía Gustavo A. Madero, entre las calles Clave y Florencio Constantino.

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“Estamos muy. muy inconformes, no queremos que estén aquí por cuestiones de salud”, afirmó la señora Silvia Guerrero.

“No podemos pasar, huele a rayos, por donde pases, la basura la dejan por donde se les da la gana, y la gente se tira en la banqueta y no te dejan pasar”, añadió.

Lamentó que tanto autoridades capitalinas como del Instituto Nacional de Migración (INM) no les han dado apoyo, a pesar de manifestaciones que han realizado y escritos remitidos.

Pidió que así como se le dio apoyo a los vecinos de la colonia Juárez para reubicar el campamento, se les ayude a ellos.

Ante algún tipo de reubicación, Gisel fue contundente: “Albergues no queremos, eso lo tenemos en mente, albergues nada”.

“Las personas que han ido a albergues se las llevaron a base de engaños, según los van a llevar hasta Tapachula de nuevo a arreglar papeles en la Comar. ¿Quién va a querer regresar hasta Tapachula para hacer otro gasto otra vez?”, dijo.

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Insistió en que lo que quieren es un permiso para avanzar hasta la frontera norte sin ser detenidos.

Frida Salazar, vecina y comerciante, indicó que las ventas en su negocio de quesadillas han bajado debido a que la calle se volvió muy sucia, “hay mal olor” y “a la gente le da miedo venir para acá”.

“Son agresivos. El primer campamento que hubo hace un año eran haitianos, eran más tranquilos. Los que ahorita se establecieron son muy agresivos, hay armas, hay mucha droga”, denunció.

Durante el recorrido, vecinos aseguraron que minutos antes se había escuchado la detonación de un arma de fuego debido a una riña. Incluso los migrantes recomendaron que por el lado derecho de la calle Clave no se caminara, pues no era zona segura.

Personal del gobierno central se encontraba en la zona y comentó que no hay pláticas con el INM para saber si los migrantes de este campamentos serán reubicados.

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