Los criadores de podrían ser la última esperanza para mantener a esta especie viva en Xochimilco, luego de que la UNAM publicara un estudio en el que afirma que estos anfibios podrían desaparecer por completo de las aguas de Xochimilco en el año 2025.

Si esta proyección se vuelve realidad, la especie se consideraría como extinta en su hábitat natural y los únicos ajolotes que quedarían en Xochimilco serían en estos sitios de cautiverio.

“Si no se logra un cambio rápido en los canales y la gente no se pone manos a la obra para poder salvar a esta especie, ya los únicos ajolotes que vivirían en Xochimilco serían sólo en cautiverio (...). Es muy difícil saber cuándo se podrían extinguir, pero sí es una situación que se podría presentar muy pronto dadas las condiciones en las que se encuentran los canales”, dijo Carina Moreno, quien cría ajolotes en el canal de Nativitas.

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Si se extinguen los ajolotes de canales de Xochimilco, sólo se encontrarán en criaderos, dijo Carina, quien preserva esta especie. Fotos: de YARETZY M. OSNAYA
Si se extinguen los ajolotes de canales de Xochimilco, sólo se encontrarán en criaderos, dijo Carina, quien preserva esta especie. Fotos: de YARETZY M. OSNAYA

Así como ella, otras personas que se dedican a la labor de preservar la existencia de estos anfibios, explicaron que cada vez es más difícil, si no imposible, ver a uno de ellos en su hábitat natural; dentro de los canales.

Explicaron que esto se debe a tres factores principalmente: la presencia de especies invasoras como carpas o tilapias, que no eran originarias de la región y se convirtieron en depredadores de estos animales; la fuerte contaminación del agua a causa del humano, y el turismo que se realiza principalmente a base de embarcaciones que, con su movimiento, dañan a estos animales.

El estudio de la Máxima Casa de Estudios elaborado por Tania J. Porras, investigadora del Instituto de Investigaciones Biomédicas, y un equipo de especialistas se basa en pronósticos matemáticos que reflejan una disminución en la población.

La publicación señala que hasta 1998 se habían contabilizado hasta seis mil ajolotes viviendo en los canales de Xochimilco y para 2013 sólo se encontraron 36; el pronóstico es que para el próximo año no habrá más de ellos.

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Itzcóatl Maldonado, profesor de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, explicó que esta especie de anfibios endémicos de Xochimilco es particularmente frágil debido a su condición biológica, ya que cuentan con una piel extremadamente sensible a la contaminación en el agua y no poseen ningún tipo de defensa en contra de los depredadores.

“¿Por qué estos animales están desapareciendo en los canales de Xochimilco? Porque yo puedo criar individuos en cautiverio y liberarlos, pero mientras las condiciones del hábitat no cambien, van a tener las misma suerte. Los anfibios particularmente son muy sensibles a los cambios y perturbaciones en su medio ambiente”, dijo.

Señaló que en su visión es poco probable que aún se pueda hacer algo para salvar a esta especie, ya que las malas condiciones de los canales son prácticamente irreversibles.

“Quisiera poder ser muy optimista, pero la verdad es que el grado de impacto ecológico que hay hoy en los canales de Xochimilco es tal que es poco probable que podamos tener una población estable de ajolotes viviendo en ese ecosistema (...). Podemos crear el Museo del Ajolote, podemos hacer billetes de ajolotes o, incluso, declarar el Día Mundial del Ajolote, pero si esto nunca se acompañó con un trabajo de restauración del medio ambiente, sólo van a quedar en nuestro recuerdo”, enfatizó.

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Si se extinguen los ajolotes de canales de Xochimilco, sólo se encontrarán en criaderos, dijo Carina, quien preserva esta especie. Fotos: de YARETZY M. OSNAYA
Si se extinguen los ajolotes de canales de Xochimilco, sólo se encontrarán en criaderos, dijo Carina, quien preserva esta especie. Fotos: de YARETZY M. OSNAYA

Quieren santuario en Tepotzotlán

En el municipio mexiquense de Tepotzotlán existe un proyecto para crear un museo-santuario que ayude a la conservación e investigación del ajolote y no sólo tenerlos en aparadores exhibidos, resaltando su historia, ya que fue considerado como un dios, Xólotl, en la cultura prehispánica.

El proyecto es desarrollado por Ana Citlali Vargas Gómez, quien estudió biología en la UNAM y comenzó sola la idea en 2016 con cuatro ajolotes; actualmente tienen alrededor de 260 ejemplares, trabajando cuidadosamente en la reproducción de los mismos.

“Aunque salió en el billete de 50 pesos, realmente conocemos muy poco de los ajolotes. Eran considerados dioses e, incluso, usados para fines medicinales o para consumirlos como alimento”, contó la presidenta de la fundación Axolo-tlali.

La crisis de la existencia de estos animales obedece a la destrucción de su hábitat, ya no hay espacios para que vivan de manera silvestre y aquellos que llegan a estar en casa terminan muertos por falta de conocimiento para sus cuidados o abandonados, agregó la joven, al tiempo de destacar su importancia ecológica, pues ayudan a controlar poblaciones de insectos que evitan enfermedades o afectan cultivos.

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En el último año de su carrera en la Facultad de Estudios Superiores Iztacala decidió especializarse en el área de herpetología y tomando cursos, capacitaciones y recientemente una maestría en ciencias biológicas para cuidar de mejor manera a los ajolotes.

“Los ajolotes llegaron a mí, yo entré a estudiar biología por otras cuestiones, tenía intereses en otra área de conocimiento, pero ya durante la carrera mi mamá compró unos ajolotes, porque aquí en Tepotzotlán habitaban de manera silvestre y ya no los vimos como en 1997 y tenían esa inquietud de tener ajolotes y estaban durante la carrera, se empezaron a reproducir y alguien tenía que cuidarlos”, relató.

De los ajolotes reproducidos en el centro que habilitó en la comunidad de Cañada de Cisneros, hay algunos que se han destinado a proyectos de investigación y otros para conservación, trabajando de manera coordinada con el Consejo Mexiquense de Ciencia y Tecnología.

“Lo consideraban un dios en la cultura prehispánica y en la conquista tuvo mucha influencia. Era también un platillo muy consumido, hay lugares en donde todavía llegan a consumirlos como parte de la tradición de pueblos originarios, pero ya se está perdiendo la tradición. Eran un remedio natural, ocupados para tratar enfermedades de las vías respiratorias y ese conocimiento también ya se está perdiendo”, dijo Vargas Gómez.

Con la creación del museo-santuario, agregó Ana Citlali, los habitantes del pueblo mágico de Tepotzotlán y turistas podrán conocer la parte histórica, cultural y medicinal, recibiendo ejemplares que provengan de tráfico ilegal, que ya no se pueden cuidar o que ya no puedan regresar a la vida silvestre, para posteriormente replicarlo en otros lados, proyecto al cual pueden sumarse poniéndose en contacto a través de la página de Facebook: Axolo-tlali.

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