david.fuentes@eluniversal.com.mx
Los ajustes de cuentas, supuestamente vinculados a la venta de drogas al narcomenudeo en las alcaldías Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero continúan. La tarde del domingo, una madre denunció que su hijo de 20 años de edad fue “levantado” por tres sujetos armados que entraron a su casa y por la fuerza se lo llevaron en un vehículo.
Horas más tarde, la mujer encontró a su hijo de nombre Osvaldo “N” en el callejón que forman las calles Moctezuma y Cuauhtémoc, de la colonia Pastora, en la misma delegación, sin vida.
El joven, según los primeros peritajes, fue torturado y golpeado hasta la muerte, después le dieron el tiro de gracia.
La madre al ver el cuerpo de su hijo de inmediato pidió ayuda policiaca y de paramédicos, pero cuando llegó la ambulancia sólo confirmaron el deceso del joven, a quien en la colonia se le conocía como El Güero; a decir de las autoridades y vecinos, era un conocido vendedor de drogas al menudeo en aquella zona.
Osvaldo “N” estaba reposando en su casa cuando pasaron a “levantarlo”, alcanzó a pedirle ayuda a su madre por teléfono y le gritó que iban por él para matarlo; la señora Ana María estaba trabajado y cuando llegó, lo encontró muerto de camino a casa.
En la escena del crimen, los peritos de la procuraduría capitalina encontraron varios casquillos percutidos del calibre .22. Al parecer, los hechos quedaron registrados en una cámara de vigilancia del C5, la cual está justo en la esquina donde le quitaron la vida al Güero.
Ana María refirió a las autoridades que en la alcaldía Gustavo A. Madero a la víctima se le conocía como El Güero y que se dedicaba a la venta de drogas al menudeo, sin embargo, la semana pasada tuvo problemas con un cártel que domina en GAM y le dijeron que sólo les debía comprar drogas a ellos, no hizo caso y aparentemente eso le costó la vida.
Autoridades analizan las cámaras de vigilancia del lugar, pues alguna pudo grabar el rostro de los agresores y con eso se pueda lograr su detención con mayor rapidez.
Sólo durante este año, en la GAM, 125 jóvenes de entre 19 y 25 años de edad fueron asesinados; según las primeras investigaciones, los homicidios derivan de ajustes de cuentas entre grupos de narcomenudistas.