Más Información
Ken Salazar responde a Sheinbaum por críticas de estrategia de seguridad; “Yo no cambio de posición”, asegura
Futuro gobierno de Trump ya planea deportaciones masivas; “no vamos a esperar hasta enero”, afirma Tom Homan
Biden confirma alto al fuego entre Israel y Hezbolá; asegura que se busca que sea de forma permanente
acusan "protección" de un juez del Tribunal Superior de Justicia Local (TSJ-CDMX) a un catedrático del Instituto Politécnico Nacional (IPN), quien fuera acusado por una empleada del mismo plantel de agresión sexual y violencia de género , al no vincularlo a proceso a pesar de las pruebas en su contra.
La víctima, quien pidió se omitiera su identidad, denunció que el juez del poder judicial capitalino protegió a su agresor al desestimar las acusaciones que formuló en su contra por evidenciar y transferir imágenes de contenido sexual de su persona.
Lee también: "Con una llamada viene toda mi gente": Mujer se niega a pagar tras choque y surge "Lady FGR"
La afectada confió en las instituciones de la ciudad de México y atendió el llamado que cada semana hace la Fiscal Ernestina Godoy, por lo que acudió en 2021 a presentar una denuncia por delitos contra la intimidad sexual y tentativa de feminicidio en contra dicho juez, quien era su pareja sentimental.
La víctima asegura que su agresor le advirtió que "nada pasaría", pues tenía las suficientes relaciones y contactos para que el caso quedará en la ignominia.
Esto a pesar que durante la audiencia la mujer presentó pruebas como: mensajes de tipo íntimo, fotos de ella desnuda y teniendo relaciones sexuales, que este individuo compartió con sus amistades y amenazas que sufrió cuando optó por denunciar dicho delito.
El tortuoso juicio, que careció de perspectiva de género , se extendió por más de medio año, y al final cuando el Tribunal de enjuiciamiento emitió su determinación, la víctima escuchó del Juez Daniel Urriste lo que ninguna otra mujer quisiera enterarse: "El acusado es inocente".
El agravió no concluyó con la sentencia no condenatoria , sino con tantos problemas de carácter sicológico, económico y social que ahora enfrenta la víctima de 28 años de edad, quien ve con tristeza y arrepentimiento, el haber hecho público en un juicio su caso, pues el daño moral le quedará de por vida.
lr