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Integrantes del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero iniciaron con una gira por seis centros penitenciarios del Estado de México para informar a familiares de los internos y sumar casos de presuntos inocentes que cumplen sentencia e impulsar la aprobación de la Ley de Amnistía, que se analiza en el Congreso del Estado de México.
El representante, Antonio Lara Duque, detalló en entrevista, afuera del centro penitenciario de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, que el objetivo es agregar a quienes presumen que sus familiares fueron torturados, acusados sin fundamento o que no hubo pruebas suficientes para sentenciarlos.
Añadió que la gira inició el 29 de septiembre en Zumpango concluirá el 5 de octubre y recorrerán los penales de Barrientos, Chiconanutla, Molino de Flores y Tenango, en donde desde las primeras horas del día establecen mesas de información, para poder explicar a los familiares que acuden a una visita sobre la ley que se analiza en la Legislatura Local y además, agregar casos que podrían resultar beneficiados con estas reformas.
El activista acotó que a la fecha han recibido buena respuesta por parte de los familiares de internos, pues por ejemplo esta mañana se acercaron por lo menos 40 personas, en sólo 20 minutos, asuntos que, dijo, reflejan las fallas del sistema de administración y procuración de justicia en la entidad.
Para realizar un diagnóstico de cada asunto, añadió lara Duque, aplican un cuestionario a los familiares en donde asienten si tienen identificada tortura, incomunicación u otros malos tratos que privan dentro de las prisiones mexiquenses, con la finalidad de acreditar que hay sustento en la denuncia de las personas, pero “nos queda claro que cuando la familia se involucra en una lucha de esta naturaleza, es porque alguna base existe”.
Amplió que la campaña es importante, porque “la gente que vive en la cárcel provienen de los sectores más vulnerables del estado, por ejemplo indígenas, personas pobres que no tuvieron acceso a derechos en lo económico, social, entre otros”.
“Hay un consenso generalizado de que las cárceles están llenas de inocentes, y que son centros de corrupción para las autoridades porque se cobra desde la celda, dónde dormir, el lugar, la comida, eso nos ayuda a deducir que el sistema de justicia, el penitenciario necesita presos en las cárceles para sostener el tren de corrupción, que no se queda con los custodios sino sube hasta altos mandos”, reprochó.
