La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum Pardo, instruyó, incluso, a la Contraloría General de la Ciudad de México investigar si hay funcionarios vinculados a las ambulancias patito, así como a hospitales que reciben a los pacientes que llevan estas unidades irregulares.
“Pedí que hubiera una investigación mayor, inclusive si es necesario en Contraloría [General], si es que hay la denuncia de un servidor público que pertenecía a algún esquema de estas ambulancias cuando está afuera de sus servicios. Pedí que hubiera la investigación a él y otras personas que pudieran estar involucradas, y al mismo tiempo a estos hospitales que están recibiendo y que son parte del maltrato y de este esquema que afecta la salud de las personas”, aseguró la mandataria local.
En su edición de este jueves, EL UNIVERSAL informó que de acuerdo con un documento oficial, autoridades del Gobierno capitalino tienen bajo la mira a cinco hospitales privados relacionados con las ambulancias patito. Entre ellos se encuentran el Hospital de Cos, el Centro Quirúrgico Patriotismo, Clínica Médica Edybe, MED Centro Médico y Clínica Mardan.
Sheinbaum Pardo comentó que se tienen que hacer las investigaciones pertinentes, tanto administrativas como penales, pero no descartó que puedan endurecerse las sanciones.
“Hay investigaciones tanto administrativas como, si es necesario, investigaciones penales que puedan dar luz sobre lo que está ocurriendo y si hay algún vínculo de corrupción, cohecho y extorsión sobre alguna persona que pueda estar vinculada con estas ambulancias que no tienen permiso o algún hospital privado”, respondió.
En la Clínica Médica Edybe, bajo la mira del Gobierno capitalino, operaba Eduardo Arturo “N”, un cirujano plástico cuya paciente, Melissa, murió en el transcurso de una operación.
Este hecho, ocurrido en septiembre de 2020, se suma a la muerte de otra paciente, Hilary, en mayo de 2021.
El médico se encuentra bajo proceso, acusado de homicidio simple por los dos casos.
A esta clínica son canalizados heridos en hechos de violencia en la capital, sin importar la distancia del acontecimiento o que haya hospitales públicos más cercanos. Por ejemplo, el 4 de septiembre de 2020, José Marcos, un hombre de 48 años, fue atacado a tiros en Avenida 521, colonia San Juan de Aragón. Javier, de 51 años, y Miguel Ángel, de 32, lo acompañaban.
Sólo Miguel Ángel sobrevivió al ataque. La ambulancia particular que se presentó en el sitio lo llevó a la clínica Edybe, en Francisco del Paso y Troncoso, a ocho kilómetros, pese a que a kilómetro y medio, dos minutos en auto, se ubica la Clínica 29 del IMSS que tiene servicio de Urgencias y a 2.4 kilómetros está el hospital La Villa.
Esta es una constante en casos revisados por este diario. El 26 de noviembre de 2021 se registró un ataque con arma de fuego en Norte 60 y Eje 3, colonia Tablas San Agustín, en la alcaldía Gustavo A. Madero, en el que una persona murió y otra sobrevivió. La clínica citada, la 29 del IMSS, está a cuatro kilómetros, 12 minutos con tráfico de acuerdo con aplicaciones de mapas, pero la elegida, Edybe, está a 10 kilómetros.
Una situación similar ocurrió el 4 de diciembre en la calle Plomeros, colonia Morelos, donde un joven de 21 años fue baleado al llegar a su departamento. La ambulancia que lo trasladó podía elegir entre el hospital Balbuena (3.3 kilómetros), La Villa (4 km) o Juárez del Centro (4.4 km); no obstante, lo llevó a Edybe, a cuatro kilómetros.
En redes sociales hay numerosas quejas. Repartidores, familiares de lesionados y socorristas advierten que hay colusión entre operadores de ambulancias patito y la clínica.
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