Con la tecnología más avanzada en su tipo, en la Ciudad de México abrió la Clínica de Rehabilitación de Enfermedades Respiratorias y Secuelas Post Covid-19, la primera en toda Latinoamérica en ofrecer estos servicios en el primer nivel de atención médica y de manera gratuita.
Esta clínica brinda atención a pacientes con enfermedades respiratorias crónicas-degenerativas, como la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), que sufren más de 40% de las personas mayores de 40 años que comenzaron a fumar desde la juventud y asma, que afecta a alrededor de 7% de la población; ambas enfermedades ocupan las mayores demandas a nivel hospitalario por sus complicaciones, principalmente en época invernal, señala Romeo Adalid Martínez, director de la jurisdicción sanitaria Venustiano Carranza.
Ubicada en la calle Mineros, en el barrio de Tepito, en la colonia Morelos, este nuevo espacio cuenta con tres consultorios médicos en los que se valora a los pacientes para determinar si cumplen con los criterios para que pueda ser parte de protocolo de atención.
¿A qué pacientes se ingresan?, se le pregunta.
“Hay gente que camina poco y se cansa, los labios o las uñas se le ponen azules, esos son síntomas y signos de falta de oxígeno. El pulmón no está trabajando lo que es, regularmente tiene que expandirse y regresar. Entonces, a ese paciente le falta oxígeno, tiene disnea; hay disnea de pequeños, medianos y grandes esfuerzos. Por ejemplo, quien se abrocha las agujetas y se cansa nada más al pararse o al subir una escalera, ese tipo de pacientes son los que ingresamos”, explica.
En este espacio, cuya inversión fue de alrededor de 20 millones de pesos, se realizan estudios especializados como espirometría, que sirve para valorar la capacidad pulmonar de los pacientes y pruebas de esfuerzo. Consultas especializadas de este tipo pueden llegar a costar entre cinco y siete mil pesos en hospitales particulares o hasta 10 mil pesos los ejercicios de rehabilitación, por lo que su apertura, además de que permite disminuir la carga de trabajo en los grandes hospitales, significa también un ahorro para quienes acuden a este lugar, destaca Martínez Cisneros.
A casi cuatro años de los primeros casos de Covid-19 que se presentaron en México —el primero se confirmó el 27 de febrero de 2020 en la capital—, se sabe que algunos pacientes que sufrieron de esta enfermedad quedan con secuelas, aunque aún no se tienen datos específicos.
“Desafortunadamente no hay una estadística específica de poder decir este paciente fue por secuelas posCovid. En cuanto (el paciente) llega aquí, identificamos dentro de la historia clínica cuándo le dio Covid-19. ¿El año pasado? Pueden ser secuelas. Si le da Covid hoy, no puede tener secuelas a los 15 días, ni a los 20; tienen que pasar de seis meses a un año o a veces un poquito más para poder determinar si realmente es una secuela posCovid, y una secuela de tipo respiratorio, que es lo que necesitamos saber”, cuenta el director.
Rehabilitación pulmonar
En un recorrido por las instalaciones de la clínica, EL UNIVERSAL conoció los distintos aparatos en los que los pacientes pueden ejercitar sus pulmones con la finalidad de incrementar su capacidad pulmonar y así mejorar su calidad de vida. Bicicletas, un circuito de escaleras de madera, área de pesas, podrían sonar como aparatos de un gimnasio, la diferencia, cuentan los médicos, es que aquí cada ejercicio va acompañado con respiraciones en determinados momentos, que permiten reeducar el patrón ventilatorio, de tal manera que los pacientes mejoren su oxigenación.
“A mayor fuerza, hay mayor expansión, entra más ventilación en los pulmones y vamos a tener un mayor beneficio. Se ha comprobado a través del oxímetro que cuando el paciente empieza a activarse, después de los 10 minutos que ya realizó la fuerza, se tiene una mejora en su saturación”, explica una de las doctoras que ofrecen rehabilitación, mientras da una breve demostración de los aparatos con un paciente que recién llegó a la sala.
Una vez que se determina que un paciente requiere rehabilitación pulmonar, se le brinda atención durante lapsos que van de tres a seis meses. Algunas sesiones pueden durar varias horas, dependiendo de las necesidades de cada paciente.
Entre los aparatos llama la atención un cicloergómetro, un aparato para pacientes con poca movilidad o de la tercera edad, que les permite ejercitarse como si se subieran a una bicicleta o una caminadora: “es un equipo que nos ha servido mucho para los pacientes limitados”.
A menos de un mes desde su inauguración, el 21 de noviembre, la clínica ya ha tenido varios casos de éxito en los que “se ha logrado una buena recuperación pulmonar”, comentan médicos del lugar. Entre los casos de éxito, destacan el de una mujer cuya dificultad para respirar era tal que no podía hablar, algo que comenzó a hacer tras una semana de rehabilitación, o niños con asma que han requerido de nebulizaciones.
Aproximadamente, la clínica tiene capacidad para dar consulta hasta a 30 pacientes por día y, en la parte de arriba se puede atender a entre 10 y 15 pacientes por hora, a quienes se les dedican entre cinco y seis horas al día.
Mayor cuidado en época invernal
Ante la temporada invernal, que se caracteriza por las bajas temperaturas, las personas que han sido diagnosticados con alguna enfermedad respiratoria crónica, como EPOC o asma, deben ser “todavía más cuidadosos” que el resto de la población para evitar alguna infección de temporada, como influenza o Covid-19, advierte Malaquías López Cervantes, profesor de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM.
En entrevista, resalta que ya se habla de que el Covid-19 puede dejar secuelas, como dificultad respiratoria, problemas para percibir olores o, incluso, algunas más serias como alteraciones cardíacas. No obstante, explica que “no se ha establecido con claridad cuándo y cómo se deben de reconocer esas secuelas”.
El especialista advierte que la posibilidad de que un paciente padezca secuelas es algo que “se debe de tener en mente”.
