Para Armando, la búsqueda de su hija terminó en un féretro. A él le entregaron un documento que presume que Monserrat murió por un golpe en la cabeza, pero para la familia la joven fue apuñalada, golpeada y estrangulada.
Sólo 10 minutos frente a una plancha del Incifo le bastaron para saber que el cuerpo que yacía en la plataforma había sido torturado.
Así lo dice el padre de Monserrat, la joven de 25 años que fue hallada muerta en el departamento de la colonia Anáhuac en donde vivía con su pareja y la familia de éste.
“Sólo fueron 10 minutos lo que me permitieron ver el cuerpo de mi hija”, dice Armando, quien refiere que pudo contar siete orificios hechos al parecer con un arma blanca en el cuerpo de la joven.
A Monserrat, relata, ya la habían embalsamado y su cuerpo sólo esperaba la llegada de una carroza que lo trasladaría al velatorio donde sería incinerado.
Fue la publicación en redes sociales de los videos hechos por los vecinos de Monserrat, donde se ve que Sean Alejandro, su padre y un policía bajan el cuerpo, sin protocolos, lo que alertó a la familia y los colectivos de feministas que ayudaban en la búsqueda de la joven.
Pero el documento que presume que Monserrat murió por un golpe en la cabeza es sólo uno de los errores en el caso, según la familia.
Cuenta que ella conoció a Sean en junio de 2022 por mensajes de Facebook. Tras una relación de meses, él le pidió que dejara su casa en Ciudad Azteca y que se fuera a vivir con él en la alcaldía Miguel Hidalgo.
Ella aceptó la propuesta. Sólo pasaron días para que Sean tomara el control de la relación e impidiera que se comunicara con su familia. En el encierro de un departamento terminaron los deseos de Monserrat de convertirse en licenciada en Relaciones Exteriores, y también la convivencia con sus papás.
Ellos, no contentos, decidieron denunciar la desaparición de su hija. Pero en julio pasado, Monserrat y su novio se presentaron en un juzgado para informar que no estaba desaparecida, sino que decidió cortar comunicación con sus familiares. Ella, relatan, acudió con moretones en el rostro, según la fotografía que le mostraron a sus padres para informarles que estaba viva.
Los padres la buscaron, incluso en el departamento, pero no lograron contactarla; ahora temen por su seguridad pues sospechan de los vínculos que puedan tener Sean y su padre con narcomenudistas.