Guanajuato está listo para mostrar al mundo su potencial vitivinícola durante la Semana del Vino, a realizarse del 4 al 9 de junio, en la ciudad de León, y cuya derrama económica se calcula en 300 millones de pesos.
El vino, su tecnología, procesos y tendencias serán el eje de las ponencias impartidas por expertos provenientes de Francia, España, Argentina y Sudáfrica, por mencionar algunos, quienes estarán presentes en el tercer Congreso Vitivinícola de Guanajuato, dirigido al sector.
Un terruño que lo tiene todo: historia, arraigo y expertise enológico. Adéntrate a sus proyectos vitivinícolas que han sorprendido al mundo.
Leer también: Dulces tradicionales a base de leche
El florecimiento de aquella vocación, que inquietó a la corona española al punto de la prohibición, se retrasaría dos siglos, pero Guanajuato parece decidido a recuperar el tiempo perdido. Con una ley estatal de fomento a la vitivinicultura, es uno de los estados cuya producción y hectáreas han crecido significativamente.
“En 2019, Guanajuato producía 477 mil botellas, hoy, casi al cierre de esta administración se producen más de 2 millones al año (...) Triplicamos el volumen de ventas y la afluencia de enoturismo; durante las vendimias deja una derrama económica aproximada de 100 millones de pesos por año”, señala Aldo Márquez, secretario de la Comisión de Fomento a la Industria Vitivinícola.
En esta, como en otras tantas regiones, quienes propiciaron la era moderna del vino son migrantes con nostalgia por sus costumbres y tradiciones. Ahí está Don Juan Manchón, el visionario catalán que, en 1978, empezó a elaborar mistelas en Dolores Hidalgo. Y más tarde, en mancuerna con Don Ignacio Vega, impulsaría el nacimiento de Cuna de Tierra, en el año 2000.
Leer también: Estas marcas no te venden leche como dicen, según Profeco
Los italianos Ettore y Remo Apolonio, de la extinta Hacienda La Romita, son también pioneros que recurrieron a cepas y formas de vinificación heredadas de su tierra de origen.
Hoy Guanajuato suma 505 hectáreas de viñedo y más de 60 proyectos vitivinícolas, desde bodegas boutique con una franca apuesta por los vinos de mínima intervención, como Cava Garambullo o Viñedo Los Arcángeles, hasta bodegas con grandes inversiones enoturísticas, como Tres Raíces y Viñedo San Miguel, o ranchos donde la vocación ganadera se fusiona con la vitivinicultura, tal como Viñedos Pájaro Azul.
El catálogo de vinos es igualmente diverso: blancos, rosados, tintos jóvenes y con paso por barrica, espumosos, naranjas, pet-nats... en Guanajuato, para gustos los colores. Son más de 350 medallas acumuladas las que respaldan su calidad.
Leer también: Azulejos del maíz: la empresa mexicana que hace repostería con maíz azul
El ahora el llamado Valle de la Independencia, está bordeado por la Sierra Madre Oriental, la Sierra Madre Occidental y el Eje Neovolcánico; en estas tierras altitud compensa latitud, pues los viñedos se sitúan entre 1850 y 1960 metros sobre el nivel del mar. La gran mayoría de las bodegas se concentran en las ciudades y Pueblos Mágicos: San Miguel de Allende, Dolores Hidalgo y Comonfort.
Un clima semidesértico y suelos poco profundos, arenosos con arcilla, franco-arcilloso-arenosos, franco-arenosos, de arenas francas y algunos volcánicos, de poca profundidad delinean la expresión de los vinos guanajuatenses.
Aquellas varietales que se han adaptado al terroir guanajuatense son primordialmente: de tintas, Malbec, Merlot, Syrah, Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Cabernet Franc, Aglianico, Pinot Noir, Pinot Gris, Nebbiolo, Caladoc; blancas, Sauvignon Blanc, Semillón, Verdejo, Marselan, Albariño, Xarello, Chenin Blanc y Riesling.
Leer también: Cuáles son las propiedades medicinales del Ginkgo Biloba
Recibe todos los viernes Hello Weekend, nuestro newsletter con lo último en gastronomía, viajes, tecnología, autos, moda y belleza. Suscríbete aquí: https://www.eluniversal.com.mx/newsletters