En temporadas de frío es común consumir jugos, infusiones, bebidas o medicinas que contengan cítricos, esto con la finalidad de reforzar nuestro sistema inmunológico.
Si pensamos en algún alimento que contenga vitamina C , en automático podemos decir limones y naranjas, no obstante, existen otras frutas y verduras que contienen cantidades similares o altas de esta vitamina y de algunos nutrientes que favorecen el correcto funcionamiento de nuestro sistema de defensas.
La Organización Mundial de la Salud, OMS, aconseja consumir 45 mg de vitamina C diaria para un funcionamiento óptimo de nuestro sistema. Las hojas verdes, además de contener potasio, calcio e hierro, son muy ricas en vitamina C, así como la guayaba y otras más.
Aquí te presentamos una lista de alimentos, además de los cítricos, para que puedas sumarlos a tu dieta fácilmente.
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En el verde intenso de sus hojas se concentran vitaminas como la K, A y C, de este último nutriente aporta 112 mg por cada 100 gramos. Además es rica en calcio, potasio y antioxidantes que ayudan a prevenir el daño celular y pueden ayudar a proteger contra el cáncer.
Esta planta herbácea posee propiedades diuréticas, antioxidantes, antiinflamatorias, antibacterianas, antidiabética, entre otras. También contiene 135 mg de vitamina C, por lo que es común utilizarla para el tratamiento de enfermedades renales, como infecciones urinarias gracias a su propiedad diurética.
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Es una fruta muy sabrosa que podemos aprovechar fresca en muchas preparaciones como en smoothies, cocteles y batidos, pues contiene 80 mg de vitamina C que puede servir de antioxidante para nuestro cuerpo. Además, contiene una enzima llamada “papaína” que ayuda en la digestión.
Mayor a la naranja, la pequeña fruta contiene 100 mg de vitamina C, así como actinidina, enzima que ayuda a descomponer los alimentos en nuestro organismo y evita que nos sintamos “pesados”. Consumirlo en una pequeña colación ayuda a controlar los niveles de azúcar.
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También conocidas en diferentes zonas con otros nombres como vainas,ejotes o frijoles verdes. Esta vaina verde y alargada, contiene pocas calorías, pero a su vez satisface el hambre. Contiene vitamina A y C que en conjunto con el zinc, se encargan de mantener en un nivel óptimo nuestro sistema inmunológico.
Su concentración de vitamina C es muy elevada, ya que aporta 160 mg de este nutriente. También ayuda a prevenir la anemia, gracias a que favorece la absorción del hierro de los alimentos.
Como snack, en yogurt, licuados o plantillas, esta fruta ofrece 76 mg de vitamina C, así como es la aliada para prevenir enfermedades como la diabetes o cáncer, también nivela y disminuye el colesterol en la sangre.
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No solo consumirla en año nuevo trae buena suerte, consumirla regularmente puede aportar grandes beneficios como su contenido en potasio, mismo que se recomienda para las personas con presión alta. Además contiene 90 mg de vitamina C y evita el estreñimiento gracias a la fibra que contiene, mejorando el sistema digestivo.
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Este alimento contiene propiedades anticancerígenas, debido a los glucosinolatos que ayudan a destruir las células que producen la enfermedad. Según estudios, consumirlo crudo o hervido aporta 100 mg de vitamina C, así como es una fuente de calcio, potasio, fósforo e hierro.
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La pequeña fruta redonda es la mayor fuente de vitamina C, pues contiene 220 mg mismos que ayudan a reparar los tejidos, protege el cartílago, los huesos y dientes. También contiene provitamina A, básica para proteger la visión y el sistema inmunológico.
Bien dicen algunos expertos de la salud “entre más color a tu dieta, mejor salud”. Tener una gran variedad de frutas y verduras ayuda a saber que podemos comer, según las características de nuestra dieta y salud .
Además, saber las propiedades, vitaminas y beneficios de lo que consumimos nos sirve para conocer qué le hace falta a nuestro cuerpo para mantenerlo sano, así como mantenerse hidratado y realizar actividad física.
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