En una de esas afortunadas casualidades que solo ocurren muy de vez en cuando, el enólogo de la bodega El Cielo, asentada en el Valle de Guadalupe , en Baja California, se llama Jesús, un nombre que en estos viñedos no es casualidad.
Ciertamente, Chuy, como le llaman todos en El Cielo , debe tener algo del toque celestial, pues a pesar de que la vinícola tiene apenas siete años de existencia, sus caldos han resultado muy galardonados en algunos de los principales concursos mundiales.
Tan solo en la edición 2020 del Concours Mondial de Bruxelles , que tuvo lugar a principios de septiembre, la bodega obtuvo seis medallas de oro y siete de plata, convirtiéndose en la vinícola mexicana más premiada de este certamen por cuarto año consecutivo.
Paradójicamente, El Cielo no es resultado de una larga tradición vinícola ni de una familia que lleve muchos años haciendo vino. Empezó como el proyecto de retiro de su director general, Gustavo Ortega Joaquín , quien, después de dedicarse por años a la hotelería y a la política, decidió, después de un viaje por el Loire, en Francia, que lo que quería hacer con el resto de su vida era poner un pequeño bed and breakfast con viñedo, como los que existen en esa región.
Su padre era amante del vino y desde muy chico Gustavo se sintió fascinado por todo lo relacionado con éste.
Platicando de sus planes con sus hoy socios, el matrimonio formado por José Luis Martínez y Lolita López Lira, ellos decidieron entrar al negocio con él, pero don José Luis le dijo que no estaba pensando en un proyecto de retiro, que quería que lo hicieran “a lo grande”.
Gracias al consejo de un amigo cercano quien le dijo que si estaba buscando hacer buen vino debía hacerlo en Valle de Guadalupe, visitó la zona, se enamoró, y fue así como nació El Cielo, que hoy tiene 90 hectáreas de viñedos repartidos entre el Valle de San Jacinto, Ojos Negros y en Valle de Guadalupe, donde está también el resort. Las plantas originales son clones traídos de viveros de California.
La historia del porqué la vinícola fue bautizada así es muy poética. Gustavo y sus socios son del sureste mexicano, Gustavo es yucateco y los Martínez López, quintanarroenses; en Cozumel hay una playa muy bella que se llama El Cielo, y en honor de ésta fue que decidieron bautizarla así. Resultó entonces muy natural darle nombres de constelaciones, cometas y otras referencias celestes a sus vinos.
Al respecto de cómo decidió qué tipo de vinos iba a hacer, Gustavo dice “el sueño de todos los que entramos a este negocio es el de hacer el mejor vino del mundo, siempre tratas de buscar la excelencia. Cuando yo llegué al Valle, tuve la fortuna de conocer la bodega de Barón Balché que hacía vinos muy reconocidos, y pensé, ‘están haciendo las cosas muy bien, pero yo quiero hacerlas mejor’.
Así que, en un principio, la idea era hacer vinos de alto nivel, pero cuando hicimos un estudio de mercado, resultó que el segmento con más crecimiento eran los vinos de línea media. Por otra parte, yo quería hacer vinos modernos y el mercado estaba pidiendo vinos clásicos. Fue así que decidimos crear las líneas Constelaciones y Astrónomos, esta última con vinos de corte más tradicional y un precio abajo de los 300 pesos, mientras que los de Constelaciones iban entre los 300 y los 500 pesos de aquel momento.
Considera que un punto importante es no sentir que ya lo sabes todo y buscar aprender de los grandes: “Hemos visitado muchas bodegas importantes y hemos aprendido desde sus procesos de producción hasta administrativos y su forma de tratar a sus clientes, ¿qué están haciendo? ¿qué tecnología nueva hay?, creo que esa actitud nos ha dado una ventaja”.
Sus vinos
El Cielo tiene 23 etiquetas, próximamente 24, divididas en cinco líneas que son Astros, que es la de vinos jóvenes; Astrónomos, la de corte tradicional; Constelaciones, la de corte moderno; las Estrellas, que corresponde a la de vinos de alta gama y G&G, creada por Gustavo en conjunto con la sommelier y embajadora de la marca, Gina Estrada.
Concours Mondial de Bruxelles 2020
ORO: Capricornius 2017, Centaurus Malbec 2017, Galileo 2016, Orión 2015 y Orión 2016 y finalmente, el vino realizado para The Capitall Grille 2015.
PLATA: G&G Reserva Especial by Gina Sommelier 2016, Polaris 2015, Procyon 2015, Hubble 2017, The Capital Grille Blanco 2017, Sala Gastronómica 2016 y Capella Merlot 2017.
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