Las ollas de barro son piezas que se usan con mucha frecuencia en las cocinas mexicanas, por las distintas ventajas que ofrecen.
Estos instrumentos hechos con arcilla son comunes en distintas regiones de México y también se usan en otras países del mundo.
Así, en comercios y cocinas de hogares mexicanos podemos apreciar cacerolas, ollas , y comales rojizos de diversos tamaños y variada decoración, ya que la elaboración de cada pieza de barro es realizada según la apuesta de cada alfarero.
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Investigadores relatan que incluso en algunas partes de México la producción de las piezas de barro no obedece solo a propósitos comerciarles.
La antropóloga Mónica Segura Jurado realizó una investigación en la región de Cuesta Blanca, en el estado de San Luis Potosí, donde encontró que las alfareras ritualizan su producción de piezas de barro , y la vinculan directamente con las fases lunares, según información de Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Para las mujeres de la localidad Pame,“la alfarería ha sido y es hasta hoy una actividad mediante la cual reafirman su identidad de género y su función en el mundo, bajo un destino impuesto por los dioses celestes y del inframundo”, dice la publicación del INAH, en referencia a la investigación de Segura Jurado.
Así, hay comunidades que trabajan las piezas de barro para autoconsumo, mientras otros artesanos las crean para comercializarlas, lo que facilita a las y los cocineros mexicanos gozar las ventajas de los trastes de barro .
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Anteriormente, las piezas de barro eran descalificadas por considerarse dañinas para el organismo ya que en su proceso de cocción, según el Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías, se usaban esmaltes cuyas partículas de plomo quedaban en los trastes, y al entrar éstos en contacto con el agua o los alimentos, las preparaciones se contaminaban.
Sin embargo, las autoridades mexicanas pusieron en marcha en mayo de 2018 un proyecto con el que se impulsó erradicar el uso de plomo en el esmaltado de la loza vidriada destinada a preparar, servir y almacenar alimentos.
Así, actualmente puedes aprovechar las ventajas de los trastes de barro , en los cuales aun es posible verificar con una solución si hay plomo en la pieza.
Con un cotonete humedecido en una solución amarilla de rodizonato de sodio, puedes corroborar que no haya plomo en tu olla de barro , dice un manual del Fonart. Frote la superficie de una pieza de barro esmaltado. Si la solución cambia a color rojo significa presencia de plomo en la pieza, dice el documento.
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Entre las ventajas de cocinar en ollas de barro destaca que una vez curadas no desprenden partículas como ocurre con las ollas metálicas de aluminio o hierro.
Las cocineras expertas aseguran también que el barro mantiene las comidas fresca s, y que las ollas de este material son perfectas si se requiere elaborar una receta de cocción lenta.
“En arroz y mole te dan mejor sabor”, comenta el chef Carlos Arriaga. “La manera en que las ollas de barro transportan el calor, es diferente de los artefactos de otros materiales”, refiere.
También, las ollas de barro te permiten ahorrar, toda vez que conservan el calor, lo que significa que al preparar tus platillos, puedes apagar tu estufa casi al terminar y el calor acabará por cocer tus alimentos.
Igualmente, tus preparaciones se mantendrán más tiempo calientes aun sin una fuente de calor, por las propiedades de la arcilla.
Otra ventaja del barro es que se puede utilizar en estufas convencionales, sobre planchas, en el microondas, resisten el fuego directo de leña, y hasta las puedes meter al horno sin riesgos.
Al estar disponibles en diversas formas y tamaños, puedes encontrar una olla de barro que se convierta en tu gran aliada en la cocina, porque su forma y tamaño sea ideal para tus preparaciones favoritas, y para la cantidad de porciones que necesitas hacer.