El yogur,
originario de Asia occidental y Oriente Medio es uno de los productos lácteos fermentados más antiguos y populares alrededor del mundo. Se elabora mediante la adición de bacterias vivas a la leche. Estas bacterias convierten la lactosa (el azúcar de la leche) en ácido láctico, espesándolo y dándole esa acidez tan característica del yogur.
Guía para elegir un buen yogur
1.
Procura que en los ingredientes solo aparezca: leche y cultivos lácticos.
2.
Prefiere las versiones naturales. Los yogures saborizados suelen tener exceso de azúcar o endulzantes artificiales no recomendados en niños.
3.
Evita las versiones “sin azúcar” o “light” pues suelen añadir endulzantes artificiales, conservadores y aditivos, que se utilizan como espesantes y estabilizantes.
4.
Considera opciones que se adapten a tu bolsillo.
Tradicional vs. griego
- La diferencia entre ambas versiones es el aporte nutrimental. El yogur griego suele contener el doble de proteína y —aproximadamente— la mitad de carbohidratos que el yogur tradicional.
OJO. No todos los yogures “griegos” son iguales, de ahí la importancia de leer los ingredientes y elegir aquellos que solo aporten leche y cultivos lácticos.
¡Aumenta su valor nutrimental!
Facts
1.
El yogur es rico en: proteína, calcio, fósforo, vitaminas del complejo B y bacterias benéficas para la salud.
2.
Una taza de yogur aporta el 30% del requerimiento diario de calcio.
3.
El consumo de yogur está relacionado con una mejor calidad de la dieta y un mejor control de peso.
4.
Una taza de yogur (240 ml) aporta —en promedio— 8.5 gramos de proteína.
5.
El aporte de grasa es muy variable y depende del tipo de leche con el que se elabore. Una porción (150g) oscila entre 0.2 gramos en uno descremado, hasta 7 gramos en uno elaborado con leche entera.
6.
El yogur es un alimento probiótico que favorece la calidad y la cantidad de los microorganismos vivos conocidos como microbiota.
7.
Más del 90% de las bacterias de la microbiota se alojan en el tracto gastrointestinal.
8.
En el cuerpo humano, las bacterias superan la cantidad de células humanas en proporción de 10 a 1.
9.
Se cree que la palabra yogur se deriva de la palabra turca "yoğurmak", que significa espesar, coagular o cuajar.
10.
Las referencias al yogur y la salud se remontan al 6000 a. C., como se ve en los textos medicinales ayurvédicos indios.
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