Escribo desde Franschhoek, mi campamento base en este fascinante safari vínico en las regiones productivas del Cabo Occidental. Confieso, querido lector, que Sudáfrica me ha cautivado con sus paisajes, calidez humana, gastronomía y excepcionales vinos.
Ya le había dicho que visito este territorio para participar en el Concours Mondial du Sauvignon 2023, un proyecto impulsado por la asociación Sauvignon Blanc SA, dedicada a la promoción y desarrollo de esta cepa icónica, en conjunto con algunas de las más importantes bodegas de la región. Para entender la riqueza y diversidad de la Sauvignon Blanc sudafricana, es necesario ir a donde todo comenzó: en Constantia.
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La cepa sudafricana
Constantia es la región vitivinícola más antigua del hemisferio sur, con una historia que se remonta a 1685. Si bien los productores locales elaboran vinos sobresalientes con todo tipo de uvas, son los blancos de Sauvignon Blanc los que han logrado cautivar a millones de consumidores en los últimos años. Aquí, esta uva deriva en fermentados de una particular frutalidad, elegancia, mineralidad y gran capacidad de añejamiento.
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Es fácil entender por qué, de las 421 hectáreas de viñedos plantados en Constantia, casi la mitad son de Sauvignon Blanc. “Carlos, ¿qué hace tan especial a los blancos de esta región?” Constantia posee un clima oceánico, profundamente influenciado por los vientos marinos que arriban del Atlántico (y también del Océano Índico). Los viñedos se ubican en un rango de entre 200 y 300 metros sobre el nivel dle mar, en suelos graníticos milenarios y arenas, dispersos a lo largo de las faldas de Table Mountain.
Los frutos de Sauvignon Blanc crecen expuestos al sol matutino, bien protegidos por la sombra vespertina de los picos que bordeanel valle de Constantiaberg. Terreños con magnífico drenaje, radiación solar precisa y viento constante dan un único resultado: maduración plena de las uvas.
En voz de sus artífices, esta conjunción de elementos permite la producción de blancos de Sauvignon Blanc que no solo son una bomba de frutalidad y pirazina, sino verdaderos cocteles de frutas tropicales y amarillas maduras: melón, maracuyá, manzana amarilla, grosellas… Los Husseys Vlei, viñedos más frescos siempre orientados al sur, suelen dar vinos un poco más ligeros y punzantes, pero dotados de la misma complejidad sensorial.
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Proyectos que hay que probar urgentemente: definitivamente hay que empezar por Buitenverwachting, la bodega con mayor extensión de viñedos en la zona; 105 hectáreas, de las cuales más del 80% son uvas blancas. Ni qué decir de Klein Constantia, cuyos blancos han sido reconocidos en el mundo entero por su expresión aromática y perfecto balance.
Y, por supuesto, Groot Constantia, donde la historia de la Sauvignon Blanc puede trazarse hasta 1880… El Sauvignon Blanc 2019 de esta mítica bodega robó las miradas internacionales en 2020, al ser nombrado el mejor Sauvignon Blanc del planeta en concursos locales e internacionales. ¡Es delicioso!
Después, vale la pena probar los fermentados de Steenberg Vineyards, Eagles’ Nest, Constantia Glen, Beau Constantia, Silvermist Vineyards y Constantia Royale, igual de atractivos y seductores. A México llegan poquísimos ejemplares que vale la pena descorchar y beber ahora mismo, para empujar a los importadores a traer más y más etiquetas.
*Carlos Borboa es periodista gastronómico, sommelier certificado y juez internacional de vinos y destilados.
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