El arroz blanco es uno de las guarniciones que no deben faltar dentro del repertorio de la comida de los mexicanos. No solo es sencillo de preparar, también es un gran compañero de carnes blancas, pescados y carnes rojas. Si eres fan del arroz blanco, en Menú te damos los consejos mejor guardados de las abuelitas para que el arroz te quede delicioso.
Cuando tu arroz empiece a hervir añade una hoja santa y después tapa continuando su cocción. La hoja santa le aportará un gran aroma parecido al de la pimienta negra además potenciará la sazón del arroz. Una de las bondades de agregar esta hoja a tus preparaciones es que contiene propiedades antiinflamatorias y facilita la digestión.
Es bien sabido que para que el arroz salga perfecto el agua es un factor importante. Y la regla de dos tazas de agua por una taza de arroz nunca debe romperse (a menos que prepares un risotto), ya que, de esto dependerá la consistencia de tu arroz. Las abuelitas no se equivocan así que sigue su consejo.
Para aumentar el sabor de tu arroz blanco añade verduras clásicas como la zanahoria y el chícharo, o bien, juega un poco con los ingredientes poniendo chiles morrón de diferentes colores. También puedes incorporar chile poblano para darle un toque picosito o brócoli si quieres una receta más saludable. Los champiñones y las calabacitas igual quedan muy bien.
Los pasos previos a la preparación del arroz son clave, pues de esto dependerá que no se bata. Y de acuerdo con los saberes ancestrales de las abuelas mexicanas debes poner a remojar unos minutos en agua caliente la cantidad de arroz que vayas a preparar, luego lo cuelas perfectamente y te dispones a freír como acostumbras.
Para asegurar que el arroz no se rompa al momento de su preparación es importante utilizar un grano largo, una opción es el arroz Morelos o el basmati. Al tener un grano más grueso y largo esto hace que al cocinarse no se pegue y tampoco se troce así cuando la sirvas tendrás un arroz entero igualito al de los comerciales.
Uno de los secretos más conocidos es agregar caldo de pollo en lugar de agua para que el arroz se cueza en este concentrado y se impregne de sabor. A pesar de ser un consejo simple es de los que hacen que el arroz quede mejor, así que no lo omitas la próxima vez que cocines arroz.
Para garantizar que el arroz quede en su punto puedes valerte de algunos utensilios como la una arrocera que facilitará tu trabajo. Si la haces en una olla asegúrate que este cuente con una tapa para que al momento que estalle en hervor la cocción sea lenta y no se pegue. Las abuelitas dicen que si lo haces en una olla de barro tu arroz quedará más sabroso.
Una de las claves para tener un buen arroz es cuando se fríe. Otro consejo que dan las abuelas es sofreír con cebolla y ajo para aumentar el sabor. En este paso es importante tener paciencia, bajar el fuego y dejar un dorado ligero, ya que al contrario del arroz rojo el blanco no tiene que estar tan cocido.
Cuando el arroz inicia el hervor puedes agregar una ramita de cilantro, perejil o albahaca para aumentar el sabor de este grano. En regiones de Puebla, Oaxaca y Chiapas hay quienes le ponen hojas de aguacate para sazonar el arroz, pues les da un toque interesante parecido al sabor del anís o la nuez.
Para que tu arroz blanco triunfe debes ser muy cautelosa con el tiempo de cocción, pues este va a depender de la cantidad de tazas de arroz que hagas. Por lo general una taza y media de arroz se cuece en 20 minutos y a partir de esta media puedes calcular el tiempo de preparación.
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