Los huevos de gallina se clasifican más allá que el color de su cascarón. En su selección y venta, influyen más aspectos que determinan no solo su apariencia, sino los aportes nutricionales que tienen, el impacto al medio ambiente o hasta hablan de la calidad de vida de las gallinas que los ponen. Estas son algunas de las clasificaciones de huevo más conocidas.
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De acuerdo con Aires del Campo, se tratan de huevos que provienen de gallinas con una alimentación libre de pesticidas, agrotóxicos, hormonas y que viven al libre pastoreo. Regularmente suelen tener mayores aportes vitamínicos y menos probabilidad de desarrollar salmonella. Las gallinas deben de estar certificadas por las autoridades correspondientes. El precio suele ser mayor por la garantía de nutrientes y cuidados.
La granja ecológica Dehesa El Milagro detalla que estos huevos son así pues la crianza y desarrollo de las gallinas es al aire libre, con buenas horas de sueño y espacio en el campo, permitiendo comer insectos y hierba que crece naturalmente en lugares sin fertilizantes químicos ni plaguicidas. Al final, los productos se van a la venta, pero también son parte de un ecosistema natural.
Igualdad Animal México explica que estos huevos son producidos en lugares donde las gallinas se confinan en jaulas con una alimentación exclusivamente a base de raciones, el espacio de las aves en este sistema es de 30 a 40 centímetros cuadrados por ave, lo que equivale a menos de una hoja de papel donde pasan toda su vida.
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También Igualdad Animal informa que en este caso, las gallinas están al interior en el piso, con desplazamiento libre. Pueden deambular en un edificio, habitación o área abierta, por lo general en un granero o en una granja avícola. Tienen acceso ilimitado a alimentos frescos y agua, mientras que otros también pueden buscar comida si se les permite salir al aire libre.
La misma organización explica que según el Instituto de Estudios del Huevo, estos se producen en granjas que cuentan con gallineros y tienen acceso a parques exteriores durante el día cubiertos de vegetación, con una superficie mínima de 4 metros cuadrados por ave. Este sistema no tiene por qué seguir los lineamientos para el sello Orgánico SAGARPA México.
Se caracteriza por buscar el beneficio económico más que el trato adecuado de la gallina. En muchas ocasiones, se utilizan antibióticos y hormonas para aumentar la producción. Regularmente las gallinas son sobreexplotadas en una jaula pequeña con raciones controladas, su tiempo límite de vida es de dos años y únicamente viven para producir, de lo contrario suelen ser sacrificadas, según varios reportes de organizaciones animales.