TOMA NOTA. Falta de tiempo y planeación, comodidad o simple antojo son algunas de las causas por las que caemos en establecimientos de comida rápida. Desafortunadamente este tipo de comida —por lo general— contiene muchas calorías y poca nutrición.
Los food courts se caracterizan por ofrecer gran variedad de alimentos en un solo espacio. Así, puedes darte el lujo de comprar la bebida, la comida y el postre en distintos establecimientos sin cambiar de mesa, pero ¿sabías que puedes llegar a consumir más de las calorías que requieres durante todo un día cuando comes en estos lugares?
Más proteína, menos carbohidratos
Las hamburguesas y los sándwiches pueden llegar a ser buena opción en el food court. Agrega verdura y cuida que la proteína sea suficiente y no esté grasosa, capeada o frita. Prefiere pollo, pavo, quesos blancos y firmes (no queso crema), huevo, carne de res, hummus o frijoles. Si estás cuidando la línea, considera que uno de los alimentos más calóricos (y poco saludables) de un food court son las papas fritas: seis piezas aportan cien calorías, en su mayoría provenientes de carbohidratos y grasas no saludables. Opta por guarniciones de vegetales frescos o deshidratados.
Come calorías, no las bebas
La Asociación Americana del Corazón recomienda consumir no más de 450 kilocalorías de bebidas azucaradas por semana, esto equivale a, no más de tres latas de 250 ml. La ingesta de bebidas azucaradas provoca mayor aumento de peso que si consumieras las mismas calorías a través de alimentos sólidos. ¿Qué decir sobre los refrescos de dieta? La evidencia entre bebidas endulzadas con edulcorantes sin calorías y la ganancia de peso es confusa. En lo personal, prefiero recomendar infusiones, tés, agua de fruta sin azúcar añadida o, bien, agua natural.