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Los enormes ventanales abiertos del restaurante Temporal generan una sensación cercana al de encontrarse en una terraza, en su espacio distribuido en desniveles, lo cual se agradece en estos momentos; además, permiten percibir desde sus mesas el movimiento de la confluencia de Vicente Suárez, Nuevo León y Saltillo, tres de las principales vialidades de una Condesa esforzada en recobrar algo de la afluencia de visitantes que animaba sus tiendas, bares y restaurantes hasta finales marzo, cuando el mundo se paralizó por la pandemia.
Como todos sus colegas, Diego Pérez Turner enfrentó el desplome de la afluencia del turismo que suele frecuentar el barrio y ocupar las mesas de su negocio. Improvisó un menú de sándwiches, tortas y ensaladas para llevar, que mantiene a la fecha, y recién volvió a retomar la dinámica de ofrecer el menú estacional que caracteriza su propuesta culinaria, a la par de celebrar que ha podido sostener a toda su planta laboral y, al fin, volver a cubrir la renta del local que ocupa desde hace seis años, con lo recaudado por el consumo de una clientela que empieza a regresar a cuenta gotas a las calles y establecimientos de la Condesa.
Y también se dio a la tarea de preparar los platillos de otoño disponibles en la carta de Temporal hasta el 20 de diciembre, de los que presentamos algunos a continuación.
Ensalada de otoño:
una de las novedades de temporada la compone esta mezcla de kale, betabeles baby troceados, pistaches y pan tostado, que acompañan una burrata elaborada en San Miguel de Allende, aderezada con vinagreta de yerbabuena —similar a la usada por la mamá de Diego en su cocina, según lo platica. La penetrante combinación de sabores de los dos últimos ingredientes aportan la personalidad del platillo, el cual viene a ser mucho más que una alternativa “saludable” para iniciar la comida.
Pesca del día:
la versatilidad del recurso culinario, permite ofrecer productos frescos y rentables para quien los prepara, sin menoscabo de su calidad. Para esta ocasión, el chef recurrió a la cabrilla, especie emparentada con el mero, recubierto con una costra de pan molido con semillas de amaranto y pepitas de calabaza, que sirve encima de una salsa de curry con garbanzos y verduras, en la que se remojan los trozos de pescado al consumirlo.
Espaldilla de cordero:
se trata de uno de los platillos favoritos de los comensales asiduos al restaurante que regresa a la carta durante la temporada, que representa el gusto del chef por los estofados de cocción prolongada —no en balde, otro de los sellos del lugar es el roastbeef que suele ofrecerse los fines de semana, suspendidos por el momento. La marina con una salsa de aceituna negra aderezada con hierbas, un toque de chile morita (no picante) y cerveza, acompañada de puré de coliflor y un toque de compota de pimientos.
Nectarinas rostizadas:
la calabaza de Castilla es un ingrediente obligado para la sección de postres de la carta, la cual prepara con caramelo y acompaña con helado de cardamomo, pero Diego no dejó pasar la oportunidad de hacer algo con las nectarinas que, sorpresivamente, encontró en el mercado, las cuales rostizó para acompañarlas con un tradicional brownie de chocolate y salsa dulce. Aunque no está por demás preguntar por lo que pudieran tener preparado para ese día. (@BitacoradeMelindres)
Temporal: Saltillo 1, Condesa. Tel. 55 5211 5477. Lun. a dom., 13:30 a 23:00. Facebook: @temporal.restau
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