En el vasto y heterogéneo panorama culinario de la , hay oasis gastronómicos que, aunque distantes en geografía y cultura, encuentran un punto de convergencia en el placer de la buena mesa. Tal es el caso de Corea del Sur y México, dos naciones separadas por miles de kilómetros pero unidas por el vínculo inquebrantable que establece el amor por la comida.

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Orange Bunsik. Foto: Instagram
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Un auténtico coreano

El ritmo frenético de aperturas de restaurantes coreanos en suelo mexicano revela la creciente popularidad de la cocina de la península. Sin embargo, como en todo viaje culinario, uno puede encontrarse con desilusiones que, aunque lamentables, no empañan la búsqueda constante de experiencias gastronómicas auténticas y memorables.

Es en este afán de descubrimiento donde surge un refugio con tintes de fonda y esencia coreana: Orange Bunsik. Más que un simple lugar para saciar el hambre, es un portal hacia la autenticidad culinaria coreana, donde la sencillez se convierte en virtud y el alma de la cocina trasciende las fronteras.

De espacio íntimo, con pocas mesas acogen a los comensales ávidos de sabores genuinos. Aquí, las charolas rebosantes de platillos tradicionales coreanos, acompañados de banchan, diminutas guarniciones que son como pequeñas explosiones de sabor, se convierten en el epicentro de una experiencia sensorial.

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Orange Bunsik. Foto: Instagram
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Desde el reconfortante bibimbap, con su arroz blanco coronado por una explosión de vegetales y un huevo estrellado, hasta el tentador tteokbokki, esa delicia callejera que seduce con su picante caldo y sus trozos de odeng –pastel de pescado–, Orange Bunsik ofrece un festín para todos los gustos y apetitos.

La sencillez del ambiente, con sus paredes de un amarillo brillante que contrasta con el oscuro de las mesas, invita a sumergirse de lleno sin distracciones superfluas. Es común encontrarse con comensales coreanos, un testimonio elocuente de la autenticidad y calidad de la propuesta gastronómica que se ofrece.

Para los paladares aventureros, el kimchi jjigae se erige como un plato imprescindible, un estofado aromático y reconfortante de cerdo, tofu y kimchi, que llega borboteando y cautiva con cada cucharada. Mientras que el bulgogi, con sus tiernas tiras de carne marinadas en salsa dulce y acompañadas de verduras, es una oda a la simplicidad y equilibrio de .

Para cerrar con broche de oro, una visita al supermercado aledaño ofrece opciones dulces para satisfacer cualquier antojo. Ya sea un viral helado de elote o una selección de golosinas, el viaje coreano culmina con un dulce suspiro.

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Si te preguntas por el origen del título, proviene de la emblemática trilogía cinematográfica del director Park Chan-wook.

*Diana Féito es periodista gastronómica, apasionada por descubrir historias. Siempre la encontrarás comiendo algo rico y compartiéndolo en sus redes.

Orange Bunsik

Dirección: Biarritz 3, col. Juárez

Tel: 55 2230 1569

Horario: mié. a sáb. 11:30-20:30 hrs., dom. 11:30-19:00 hrs., lun. 11:30-20:30 hrs.

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