Frente a la figura de dos metros de San Antonio de Padua de cabeza, arriba de un altar de piedra, rodeado por veladoras cuadros y peticiones, la chef Cynthia, con un encendedor en mano y la carta de un menú en la otra, explica a detalle la fórmula para encontrar el amor.
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El restaurante de San Antonio
Dicen que Michoacán es el alma de México y Morelia el lugar perfecto para enamorarse. No solamente porque tenga un callejón del romance, donde las parejas sellan su amor con un candado enlazado en un corazón enorme de metal, sino porque es el lugar donde los sibaritas y los románticos acuden para comer bien y pedirle a un santo que les encuentre pareja.
San Miguelito es un restaurante en Morelia, fundado por Servando Canela y dirigido por Cynthia Martínez, un lugar en donde el misticismo, el arte y el amor brotan de su menú, sus paredes, comensales y creencias. La chef Cynthia convirtió a su restaurante familiar en una parada indiscutible para toda persona que desee conocer las entrañas gastronómicas y culturales de la capital de Michoacán.
Este restaurante inició con una sede en San Miguel de Allende, que después se mudaría a Morelia. En un inicio, la chef empezó en el almacén antes de entrar a cocina para ayudar a su papa, quién tuvo la idea de abrir el rincón de las solteronas, en lo que era antes un espacio para el bar. Pese a la reserva de la chef, quien pensó que por la cultura profundamente discreta para temas de pareja en Michoacán no sería buena idea, resulto ser la mejor, pues desde entonces, el rincón se convirtió en la fuente de los deseos románticos de todo Morelia. Es en esta zona donde ahora se lleva a cabo el ritual a San Antonio.
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Alrededor de las paredes, hay más de 850 figuritas de San Antonio, elaboradas por distintos artesanos y artistas de distintas partes del mundo. El más grande de todos mide 2 metros con 30 centímetros y el más pequeño que mide 1 centímetro. Aunque en el resto del restaurante también hay artesanías de todo tipo: corazones, estrellas, animales, representaciones de santos y más.
En el rincón se guardan cartas de amor escritas desde la cárcel, desde circos, de amores imposibles, de algunos que duraron décadas o fueron fugaces; de personas mayores y de todas regiones y orientaciones. La historia más larga es de 25 hojas y las más breves son de apenas una frase, “San Antonio ¿y…?” O “San Antonio, ¡ya!”.
Incluso, hay una pared repleta de evidencias, fotos y agradecimientos por escrito de personas a quienes San Antonio les hizo el milagro, incluido un libro, más discreto, donde se recopilan más historias del llanto a la risa, sobre personas que regresaron a contar su paso por la búsqueda del amor que partió desde este restaurante.
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¿Qué comer en San Miguelito?
Antes de pasar al ritual, la comida es importante. Aquí, donde han comido estrellas como Ford Coppola, Salma Hayek o Quentin Tarantino cada vez que vienen al Festival Internacional de Cine de Morelia, se pueden comer platillos reconfortantes que recuerdan a la cocina mexicana. Pese a que el menú puede tener cambios importantes, puedes encontrar queso frito a la mexicana o solteronas de trucha: filetes bañados con un poco de aceite de oliva, ajo, aceitunas y alcaparras.
También puedes probar los tacos sudados de chicharrón prensado o el pollo macho, una pechuga rellena de plátano macho con especias y mole de tamarindo. Aunque, indudablemente, los platillos que elevan la experiencia gastronómica del lugar son el Filete de los Méndez y la arrachera chocolata, marinada en una vinagreta de cacao y chile negro. ¿Se te antoja una cerveza? El maridaje perfecto puede ser la artesanal moreliana de maíz azul hecha por La Bru, una Cream Ale de amarillo pálido con notas a nixtamal.
La chef define su cocina como un bolero, que rescata recetas olvidadas pero con mucho sabor. “Lo que trato de hacer es una cocina bien ejecutada, con mucha alma, corazón, que la no pierda su esencia en nombre de la estética. Aquí me hice, en este lugar me formé y me permitió cometer todos lo errores para poder aprender”, cuenta Cynthia Martínez.
Al terminar el postre de cerezas negras flameadas, a la mesa llega un vaso de cerámica con la forma de San Antonio, hecho por la artesana Irma Saucedo, aquí se sirve un café frío, shakeado con leche. La idea, es que el comensal volteé el vaso cuando alguien de servicio esté próximo a servir, haciendo que el santo quede de cabeza. Al terminar de tomarlo, podrás hacer el ritual.
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El ritual
Lo primero que necesitas, después de tomar el café frío en la copa de San Antonio, son trece monedas regaladas. Ya en mano y frente a la estatua de dos metros, debes intencionar tu petición de amor, lo que buscas y lo que esperas. Después hay que dar trece vueltas alrededor de la figura, depositando una moneda en la alcancía. Al terminar, debes tomar una veladora, prenderla y dejarla arriba de la chimenea del Rincón de las solteronas (es) y escribir tu mensaje en el libro. El último paso es esperar lo mejor y estar a la expectativa de volver a contar tu historia.
En 2025 San Miguelito cumplirá 30 años de servir platillos mexicanos reconfortantes y hacer peticiones para que los románticos empedernidos encuentren a su alma gemela y 22 años de servir la comida para el Festival de cine. Entre obras de teatro hechas con algunas historias de amor para festejar el restaurante y haber diseñado los platillos para la película de Coco, San Miguelito se resume en un patrimonio moreliense y el lugar donde se cocinan y se escriben historias de amor.
Dirección: Periferico, Paseo de la República s/n, La Loma, Morelia, Michoacán.