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Cuando se trata de comer algo delicioso pocas veces nos detenemos a revisar cuáles son los ingredientes que contiene y cuáles podrían representar un riesgo para la salud. Es por ello que en esta ocasión vamos a hablarte del glutamato monosódico que se encuentra comúnmente en alimentos procesados.
Lo primero que hay que decir es que se trata de un ingrediente autorizado en todo el mundo por lo que no representa un riesgo inmediato de salud. No obstante su uso está causando debate debido a que, en exceso, sí parece provocar diversos padecimientos.
Conoce qué es el glutamato monosódico y qué tanto debes evitarlo.
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¿Qué es el glutamato monosódico?
Empecemos por entender qué es el glutamato monosódico (GMS) y para qué se utiliza en los productos comestibles.
Como explica Mayo Clinic se trata de un ingrediente que ayuda a potenciar el sabor, por lo que es común en verduras enlatadas, sopas, carnes procesadas y otros alimentos.
Ya mencionamos que organismos como la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) lo consideran seguro para el consumo, pero debido a que se están estudiando sus efectos, las marcas están obligadas a mencionar en la etiqueta cuando utilizan glutamato monosódico.
A su vez, el Consejo Europeo de Información sobre la Alimentación (EUFIC) explica que este ingrediente incluso se usa para reducir hasta en 40% el nivel de sodio de los alimentos, por lo que puede ser una ventaja.
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Riesgos de consumir glutamato monosódico
Aunque en la mayoría de los casos el glutamato monosódico no provoca reacciones inmediatas, sí se han documentado casos de personas que presentan dolor de cabeza, sudoración, entumecimiento, latidos del corazón rápidos, dolor en el pecho, náuseas y debilidad.
Hay que aclarar que ello le sucede a una pequeña cantidad de personas y que los síntomas suelen ser leves y no requieren tratamiento.
Si no sufro ese tipo de reacciones entonces ¿no debo preocuparme por este ingrediente? La respuesta es no, pues las investigaciones al respecto continúan. Se han llevado a cabo estudios para encontrar la relación entre episodios de migraña y el consumo de GMS, además se ha estudiado su impacto en el peso corporal.
Una investigación realizada en animales concluyó que aquellos con mayor consumo de glutamato monosódico presentaban más apetito y, por ende, aumento de peso que puede llevar a la obesidad lo que significa incrementar el riesgo de padecer enfermedades como diabetes y problemas cardiovasculares.
Asimismo la Universidad de Alcalá reporta otros estudios que han demostrado que el glutamato monosódico es dañino para varios órganos, tales como el cerebro, el hígado o el riñón.
Por su parte la Universidad de Guadalajara detalló que el consumo de glutamato monosódico a largo plazo y frecuente se ha ligado con problemas en el aprendizaje y la memoria; además de hiperglucemia, depresión y ansiedad; y está asociado con riesgos crecientes de enfermedades cardiacas.
El mayor problema es que en el pasado, el glutamato monosódico se extraía de alimentos naturales ricos en proteínas, como las algas, hoy se emplea un proceso de fermentación industrial a partir de la remolacha azucarera, la caña de azúcar o la melaza.
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¿Qué alimentos tienen glutamato monosódico?
Como te darás cuenta, si bien puedes consumirlo con tranquilidad, lo mejor es reducir el consumo de glutamato monosódico y para hacerlo es necesario saber qué tipo de alimentos son los que comúnmente lo contienen.
Este es un ingrediente común en la cocina asiática y en los alimentos procesados de los países occidentales. La EUFIC explica que se agrega sobre todo a productos como alimentos congelados, mezclas de especias, sopas enlatadas y secas, aderezos para ensaladas y productos de carne o pescado procesados.
En cualquiera de los casos se trata de productos poco saludables que es mejor evitar o moderar siempre.
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