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Rehabilita tus papilas gustativas y comienza a comer más sano

Si uno de tus propósitos de año nuevo es alimentarte mejor, conoce cómo puedes rehabilitar tus papilas gustativas

Es posible cambiar hábitos rehabilitando las papilas gustativas. Imagen: Archivo
02/01/2024 |11:00
Ariadna Cruz
Coeditor web de SuplementosVer perfil

Aunque sabemos que no son las opciones más saludables, todos amamos la comida que tiene mucha azúcar, grasas, carbohidratos y sabores a los que simplemente no sabemos cómo renunciar. La buena noticia es que hay una manera de comenzar a alimentarnos de una manera más sana y es rehabilitando las , descubre cómo puedes hacerlo.

De acuerdo con un artículo del Hospital Houston Methodist, la mayoría de las personas somos saboteadas por las papilas gustativas de nuestras lenguas al momento de elegir nuestros alimentos. Y es que los fabricantes son expertos en hacer productos altamente sabrosos, ultraprocesados que pueden activar los centros de recompensa en nuestros cerebros.

Angela Snyder, nutrióloga de bienestar del Hospital Houston Methodist puso como ejemplo los deditos de queso que, además de ricos, parecen derretirse en la boca. “Es un snack delicioso que de alguna manera nos hace querer más y más; mordida tras mordida”.

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El problema es que los sabores naturales no tienen ese efecto entonces ¿qué se puede hacer? Los expertos responden.

Foto: Pixabay

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Los alimentos procesados que amamos casi siempre contienen azúcar agregada, sal y grasas saturadas en las cantidades correctas para hacer que nuestros paladares los esperen con ansias, de ahí que nos sea tan difícil apreciar los alimentos enteros y ricos en nutrientes. Razón por la cual, de acuerdo con los especialistas en , tus papilas gustativas podrían necesitar, al igual que una computadora, reiniciarse y volverlas a educar.

Recordemos que los azúcares agregados son calorías vacías que conducen al aumento de peso e incrementan el riesgo de enfermedades crónico-degenerativas, como la diabetes tipo 2. A su vez la sal se come en exceso puede causar presión arterial alta, enfermedad cardíaca y daño en los riñones. Finalmente las grasas saturadas aumentan el colesterol en la sangre y conducen a enfermedades del corazón.

La mala noticia es que prácticamente todos los alimentos procesados que vemos en el supermercado contienen estos aditivos que debemos reducir drásticamente para tener una mejor salud, a pesar de que los amamos. "Cuando esperas un brownie mega dulce, probablemente una manzana se quede corta para las expectativas de tus papilas gustativas", explicó la nutrióloga.

La solución es lograr que el paladar reconozca como satisfactoria la dulzura natural lo que se logra al prestar atención a los tipos de alimentos que se están consumiendo, y ser consciente de cuáles provienen de la naturaleza y cuáles son ultra o mínimamente procesados.

La experta aclaró que no se trata de eliminar del todo los alimentos procesados pero sí minimizarlos. "Debemos reflexionar que no nos brindan ningún beneficio nutricional real. Educar de nuevo nuestras papilas gustativas es como practicar una especie de mindfulness de la nutrición y por ello, las palabras clave aquí son: conciencia plena, es decir, ser verdaderamente conscientes de lo que compramos y de lo que estamos metiendo a nuestros cuerpos".

Siguiendo esa técnica poco a poco las papilas gustativas se irán ajustando, apreciando la dulzura de las opciones saludables. La buena noticia es que, según la experta, nuestras papilas gustativas pueden restablecerse bastante rápido, especialmente en torno a lo salado. “Puede tomar tan poco, como un mes".

Fuente: Freepik

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Para aplicar esta técnica y rehabilitar las papilas gustativas la experta aconseja:

  1. Lee las etiquetas nutricionales para ser consciente de la cantidad de azúcar agregada, sal y grasas saturadas que consumes cada día. Una buena regla general es: cuantos menos ingredientes haya en la etiqueta, significa menos procesados y esto es mucho mejor.
  2. Comienza a intercambiar alimentos procesados por integrales y quédate con ellos.
  3. Reconcíliate con sabores más allá del dulce y salado, utiliza condimentos, hierbas y especias.
  4. Aprecia tu nuevo paladar.

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