Decir Lambrusco, es apuntar a una de las tipologías vínicas más diversas y fascinantes del planeta. ¡Es cierto!, contrario a lo que se piensa habitualmente, existen muchas variedades de Lambrusco, con diversos colores, aromas, texturas en boca, calidades…
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Pero también, es hablar de una de las regiones vitivinícolas más masivas, con más de 10 mil hectáreas de viñedos repartidas en dos provincias, de las cuales surgen más de 40 millones de botellas Lambrusco DOC cada año. Eso, sin contar los otros 100 millones de botellas de Lambrusco Emilia IGT que se encuentran bajo el amparo del Consorzio Vini Emilia.
“El Lambrusco es el vino de los colores, cada uno diferente del otro”, detalla Giacomo Savorini, director de Consorzio Tutela Lambrusco.
“Es conocido en todo el mundo como un vino espumoso de color rubí profundo, sin embargo, necesitamos concienciar a la gente de que hay muchas variedades de Lambrusco, con diversos colores, aromas y expresiones. (Sus vinos) pueden transmitir experiencias completamente diferentes y, dada su versatilidad y amplia gama de referencias de calidad, pueden maridar perfectamente con diversos tipos de cocina”.
En el estricto sentido de la palabra, el Lambrusco en realidad describe a una familia de 12 variedades de uvas tintas indígenas, desarrolladas y extendidas por toda la región de Emilia-Romagna y Modena desde hace siglos:
La vinificación de estas uvas tintas siempre responde a las reglas de su denominación de origen y a las decisiones enológicas tomadas por sus artífices. Sin embargo, todas son capaces de dar vida a vinos frescos y agradables, sin importar si surgen por método tradicional (segunda fermentación en botella), charmat (segunda fermentación en tanque) o incluso método ancestral (pétillant natural). Los Lambrusco Puro incluso pueden comprarse con algunos grandes espumosos del mundo; siempre elaborados por método tradicional, criados en contacto con sus lías.
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“Existe un nuevo camino del Lambrusco, alejado de la tradicional imagen de un vino de volumen y de baja calidad”, señala Gabriele Gorelli, único Master of Wine italiano.
“Hoy, este espumoso italiano es representado por una nueva generación de enólogos jóvenes cuya ambición es ofrecer un vino de características sensoriales absolutamente contemporáneas. Y también, desde el Consorzio Tutela Lambrusco, hay una potente estrategia de redescubrimiento basada en el origen único y gran versatilidad de acompañamiento del espumoso con diversas gastronomías”.
La gran complejidad del Lambrusco abraza diferentes variedades y áreas productivas: las provincias de Reggio Emilia y Modena, desde llanuras hasta colinas, cada una con su propia tradición vitivinícola. Mientras que la tendencia en Modena es centrarse en una sola variedad, Reggio Emilia tradicionalmente utiliza una mezcla de diferentes variedades.
Colli di Scandiano e di Canossa DOC
Los blancos suelen tener tonos amarillos paja, con aromas florales y recuerdos de manzana y pera. Los tintos generalmente son rubí pálido a profundo, con matices afrutados y florales. Ambos pueden ser secos, semidulces y dulces:
Colli di Scandiano e di Canossa Lambrusco
Deben incluir 85% mínimo Lambrusco Maestri, Lambrusco Marani, Lambrusco Salamino y Lambrusco Barghi, y 15% máximo de Malbo Gentile, Marzemino, Croatina, Sgavetta, Termarina y Perla dei Vivi.
Colli di Scandiano e di Canossa Lambrusco Grasparossa
Con 85% mínimo Lambrusco Grasparossa y 15% máximo Lambrusco Marani, Lambrusco Montericco, Ancellotta, Malbo Gentile y Croatina.
Colli di Scandiano e di Canossa Lambrusco Montericco
Con 85% mínimo Lambrusco Montericco y 15% máximo Lambrusco Marani, Lambrusco Grasparossa, Lambrusco Salamino, Malbo Gentile, Ancellotta y Croatina.
Generalmente de color rosado a rubí intenso, con agradables aromas afrutados y florales, de secos a semidulces y dulces:
Reggiano DOC Lambrusco
Con 85% mínimo Lambrusco Marani, Lambrusco Salamino, Lambrusco Montericco, Lambrusco Maestri, Lambrusco di Sorbara, Lambrusco Grasparossa, Lambrusco Viadanese, Lambrusco Oliva y Lambrusco Barghi, y 15% máximo de Ancellotta, Malbo Gentile, Lambrusco a foglia frastagliata y Fogarina.
Reggiano DOC Lambrusco Salamino
Con 85% mínimo Lambrusco Salamino y 15% máximo Ancellotta, Lambrusco Marani, Lambrusco di Sorbara y Malbo Gentile.
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Lambrusco Grasparossa di Castelvetro DOC
Permite la producción de espumosos con 85% mínimo Lambrusco Grasparossa y 15% de otras variedades de Lambrusco y Malbo Gentile.
En copa suelen ofrecer tonos rubí intenso con reflejos violáceos. La espuma posee persistencia media y buena densidad. En nariz comparten aromas de fruta fresca y tonos vinosos, y sus sabores son agradablemente acidulados y frescos. Los hay tintos y rosados, de secos a dulces.
Vinos espumosos con 85% mínimo Lambrusco Grasparossa, Lambrusco Salamino, Lambrusco di Sorbara, Lambrusco Marani, Lambrusco Maestri, Lambrusco Montericco, Lambrusco Oliva y Lambrusco a foglia frastagliata, y 15% máximo de uvas Ancellotta, Malbo Gentile y Fortana.
Los Lambrusco di Modena se caracterizan por su buen componente tánico y notas olfativas elegantes, florales y afrutadas. Son perfectos para maridar con la vasta cocina Emiliana, así como con quesos añejos y cocinas de sabores contundentes.
Lambrusco Salamino di Santa Croce DOC
Una de las zonas productivas más icónicas, que permite la producción de espumosos con 85% mínimo Lambrusco Salamino y 15% máximo de otras uvas de Lambrusco, Ancellotta y Fortana.
Los vinos suelen ofrecer tonos rojo rubí con destellos violeta. La espuma es persistente y densa. Abundan las notas olfativas vinosas y afrutadas, y sabores frescos, sabrosos, moderadamente tánicos. Los hay secos, semisecos, amabile, dulces.
Lambrusco di Sorbara DOC
Espumosos de 60% mínimo Lambrusco di Sorbara, 40% máximo Lambrusco Salamino y 15% máximo otras cepas de Lambrusco.
Otorgan vinos de color rosado a rojo rubí claro, con espuma vivaz con tonos rosados y profundas notas olfativas. En boca muestran sabores frescos, limpios, con cuerpo medio y perfil seco, semiseco, amabile y dulce.
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