La panna cotta , cuyo nombre en italiano significa “nata cocida”, es un postre muy popular en todo el mundo debido a lo sencillo de su preparación y el gran resultado en cuanto a textura y sabor.
Con muy pocos ingredientes, este postre es una mezcla entre una gelatina y un mousse, que puede arrancar suspiros a quien la pruebe.
Lo mejor de todo es que es un postre muy versátil pues puedes hacer la misma base y solo cambiar la salsa con la que se baña, dándole un giro para que nunca te aburras de ella.
Te compartimos la receta de esta panna cotta con una deliciosa salsa, mucho más rica y fácil de lo que esperas, puedes servirla en vasos o desmoldarla sobre un plato.
500 ml de crema para batir
500 ml de leche entera
80 gr de azúcar
20 gr de grenetina en polvo
¼ de taza de agua a temperatura ambiente
1 cucharada de esencia de vainilla
2 tazas de jugo de arándano
½ taza de azúcar
1 pizca de sal
En una olla, mezclar todos los ingredientes y dejar hervir a fuego medio hasta que el líquido se evapore y se forme una salsa espesa con textura de caramelo.
Enfriar hasta su uso.
En un tazón chico, hidratar la grenetina con el agua. Remover y reposar durante 5 minutos.
En una olla a fuego medio, calentar la crema para batir, la leche y el azúcar. Remover hasta que se disuelva el azúcar.
En cuanto rompa el hervor, apagar el fuego y añadir la grenetina hidratada, mezclar hasta que se funda y agregar la vainilla.
Verter en un molde grande o en moldes individuales y refrigerar por 3 horas.
Desmoldar y bañar con la salsa de arándano, se puede decorar con fruta fresca o con hojas de menta.
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