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Ah, el atole negro, esa oscura y espesa bebida elaborada con la cascarilla de la almendra de cacao o con los pelos de elote, tostados y molidos, mezclada con masa de maíz prieto, endulzada con piloncillo y perfumada con canela o clavo que se suele preparar a lo largo y ancho de nuestro país en la tan esperada temporada de Día de Muertos.
Dependiendo de la región de México, esta tradicional bebida adquiere distintos nombres y matices únicos. En Colima, se le conoce como atole negro, y suele disfrutarse en verbenas, fiestas populares y novenarios. En Pátzcuaro y Janitzio, Michoacán, es el atole de chaqueta, mientras que en Jalisco y Querétaro se le llama atole de cáscara.
¿Qué tal te caería una tacita de atole negro? Para que no te quedes con las ganas de disfrutar de esta bebida tradicional de Día de Muertos, en Menú te compartimos esta entrañable receta adaptada por Paloma Ortiz Hernández.
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Atole negro o de chaqueta
Ingredientes
200 gramos de cascarilla de cacao
200 gramos de masa de maíz morado nixtamalizado
2 litros y medio de agua
50 gramos de piloncillo
1 raja de canela (10 gramos)
Preparación
1. Dejar secar la cascarilla de cacao al aire o al sol durante un par de días.
2. Posteriormente, tostarla hasta quemarla y que se vuleva de color negro (después de secar y tostar quedan aproximadamente 20 gramos).
3. Colocar en una olla un litro de agua con la canela y el piloncillo. Hervir.
4. Con medio litro de agua, moler la cascarilla de cacao tostada, colarla y añadirla al agua de piloncillo caliente.
5. En otro litro de agua, desleír la masa con ayuda de una licuadora, colar y poner dentro de una olla. Continuar cociendo sin dejar de mover hasta que se convierta en atole espeso.
6. Rectificar el dulzor al gusto.