Llevar a cabo una buena alimentación es importante debido a que favorece el adecuado funcionamiento del organismo. Sin embargo, cuando se consumen alimentos poco saludables frecuentemente afectan el organismo.
Por ello, es fundamental evitar consumir cierto tipo de alimentos o bajarle a ciertas comidas. Sobre todo a aquellas que sólo afectan la salud. Un claro ejemplo, es la comida frita , la cual tiene efectos negativos en el organismo si no se consume con moderación.
De acuerdo con el Dr. Mercola consumir cualquier alimento frito es dañino, “incluso los vegetales tienen el problema de grasas trans y la sustancia acrilamida potente que causa cáncer”.
Si bien la comida frita en ocasiones puede ser más sencilla de preparar o tiene un sabor delicioso, por ende no te puedes resistir a comerla, debes bajarle a su consumo; a continuación te daremos algunas razones para que a la próxima vez lo pienses dos veces.
Provoca fatiga
La comida frita reduce o pierde sus nutrientes, es decir, no aporta minerales o vitaminas al organismo.
Causa de accidentes cardiovasculares
Por su alto contenido de grasas saturadas aumenta los niveles de colesterol y triglicéridos. También consumir comida frita puede provocar la inflamación de los vasos sanguíneos.
Problemas digestivos
La falta de nutrientes, sobre todo, de fibra ocasiona que el proceso digestivo no se lleve a cabo de manera adecuada y sea más lento. Incluso existe el riesgo de padecer cáncer de estómago para las personas que ingieren en exceso alimentos fritos .
De acuerdo con Fernanda Alvarado, nuestra experta en nutrición, la comida frita también puede provocar acidez e indigestión.
Aumenta presión arterial
La comida frita posee un alto contenido de sal, lo cual puede generar un aumento de los niveles de sodio en el organismo y, por lo tanto, provocar hipertensión.
Riesgo enfermedades renales
Los riñones se encargan de depurar y de filtrar las toxinas del organismo y el consumo de comida frita afectan su funcionamiento.
Por último, nuestra experta en nutrición recomienda consumir los alimentos al horno, asados o al comal, debido a que conservan sus propiedades nutrimentales, un buen sabor y no afectan a la salud.