Hay muchos aspectos positivos que podríamos abordar sobre la soya. Por ejemplo, que ayuda a reducir los niveles de colesterol, favorece la circulación de la sangre y estimula nuestros niveles de concentración.
Y aunque la lista de sus beneficios es extensa, poco se habla de las contraindicaciones que tiene este grano. Antes de llevarte una mala experiencia, en Menú te compartimos quiénes no pueden comer soya.
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La soya pertenece a la familia de las papilionáceas. Se cree que procede de China y se le comenzó a dar un uso comestible desde que algunas comunidades de aquel país comenzaron a restringir el consumo de carne.
Este alimento es fuente de proteína vegetal y por eso lo encontramos en dietas vegetarianas y veganas. Aunque no es la única manera de aprovechar sus nutrientes, pues también se utiliza para elaborar leche, yogurt y tofu.
En algunas regiones del continente asiático, la soya forma parte de la alimentación diaria. Ya sea mediante guisados, como salsa para pastas, en aderezos, como sustituto de la res, el cerdo y hasta de los embutidos.
Sin embargo, comerla en exceso podría resultar perjudicial para la salud. Al ser rica en purinas se desaconseja su consumo para las personas que tienen enfermedades renales, como lo puede ser gota o cálculos.
Y es que las purinas se transforman en ácido úrico, lo que agrava los síntomas de diversas afecciones en los riñones. Así, los niveles elevados de este compuesto incluso podrían ocasionar hiperuricemia, indica la Organización de Clientes y Consumidores.
Otro compuesto que podría ser perjudicial son las saponinas, que se relacionan con daños en la mucosa intestinal. A menudo, dicho síntoma lo padecen las personas con hinchazón abdominal y gases frecuentes.
Por otra parte, el portal Medline plus señala que los efectos secundarios de la soya abarcan dolores estomacales, estreñimiento y diarrea. En ese sentido, las personas con problemas gastrointestinales también deberían evitar su consumo.
Finalmente, las isoflavonas presentes en dicho alimento podrían ralentizar el proceso de metabolismo e inhibir los efectos de ciertos medicamentos. En este caso, será necesario consultar con un especialista su ingesta.
Según indica Medline plus, comer 25 gramos de soya (equivalente a un puñado) es lo suficiente para que nuestro organismo aproveche sus nutrientes: vitamina B, A, E y F, fósforo, cobre, hierro y magnesio.
Ya sea que agregues los brotes enteros a tus ensaladas, la utilices para preparar bebidas o deshidratada, esta última presentación la encontramos como sustituto de la carne.
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